Fernando Martin Peña lo hizo de nuevo. A pesar de no estar en el aire en la Televisión Pública, oficialmente debido a la pandemia y extraoficialmente a arbitrarias decisiones del director del canal, el ciclo Filmoteca (ahora en formato on line) sigue encontrando y mostrando perlas inéditas. El espíritu restaurador del ciclo de Peña tiene una mirada profundamente ideológica sobre el material audiovisual en un país que no se caracteriza precisamente por una política tendiente a la preservación del patrimonio cultural.

Esta vez, Peña y su equipo encontraron una película promocional de la compañía RCA en el que se presentan artistas y bandas fundacionales de lo que hoy conocemos como rock argentino: Almendra , La Joven Guardia y Litto Nebbia. No son ellos los únicos protagonistas de esta comedia bizarra copiada casi como un calco de Help de Los Beatles, cada uno de los pintorescos artistas de este mediometraje realizan alevosos playbacks en diferentes locaciones de la ciudad, destacándose particularmente una nocturna Avenida Corrientes y el mítico Italpark.

La película se presenta bajo el ropaje argumentativo de una comedia de espionaje de la que nunca se entiende la trama, y solo sirve para la presentación de los artistas mencionados, a los que se suman Palito Ortega, Donald y María Vaner en su faceta de cantante. La película funciona como forma de promoción, en un intento del mercado por capturar el espíritu joven que surgía en esa década de la mano de la denominada «cultura rock» que habían instalado Los Beatles como modelo a copiar en todo el mundo. Si bien el film en su estructura narrativa en no resiste una mirada crítica que salga del asombro ante lo bizarro, sí conserva su valor como documento de época y como retrato de la juventud, o mejor dicho de los consumos culturales de la juventud argentina a finales de la década del 60. Hay que reconocer que el pop lavado de Donald haciendo una canción llamada «Caricias» y Palito Ortega con su clásico «Viva la vida» no han envejecido nada mal.

Hay un momento extrañísimo, protagonizado por María Vaner. La actriz interpreta una canción con reminiscencias leonardofaviescas llamada «Chau». La vemos a ella tomando un café mientras entona una de esas canciones repletas del espíritu cancionero del director del Aniceto y Soñar, soñar. La vemos caminando por las calles porteñas y es inevitable pensar en lo que representaba para esa movida cultural de la época, su lugar como referente importantísimo de ese nuevo cine argentino.

La Joven Guardia se presenta interpretando «El extraño de pelo largo», canción que volvería a tener notoriedad hace dos años cuando Luis Ortega la utilizó para El ángel, su película más comercial, con un soundtrack que tributa justamente al rock argentino en sus orígenes.

Por último, Litto Nebbia canta “Yo te daré una mano hermano”. Siempre es un placer escuchar a Nebbia, sin dudas uno de los padres fundacionales del rock argentino y otro de los referentes ineludibles de esa juventud argentina que nacía a la vida en un contexto político y cultural tumultuoso. La música y las letras de Nebbia dan cuenta de las influencias de la cultura pop y, a su vez, estas se mixturan de un modo orgánico con los intereses y preocupaciones de una generación que procesaba la proscripción del peronismo, la revolución cubana, la opción por el socialismo junto a la poesía beatnik y el auge de la ya mencionada cultura rock.

Quizás la verdadera gema del film  sea la interpretación de «Final» por Almendra. Además de esta canción, la banda se encarga de la banda sonora de la película: en ella destaca la melodía instrumental de «La miel en tu ventana», una balada extraordinaria que Spinetta mantuvo oculta hasta 1997 cuando la presentó, en el marco del Spinetta Unplugged, junto al mismo Rodolfo García en una versión extraordinaria.

Más allá del placer del coleccionista o del fan que descubre un material perdido, Todos a la vez nos permite repasar el mapa generacional de la juventud en los 60. Involuntariamente también puede funcionar como material crítico a esos modos de representación de esa generación, como también lo fuera La hora de los hornos más allá del mensaje político,  y también puede pensarse en serie junto a esa sátira sobre el mundo del espectáculo y la deshumanización que es Pajarito Gómez de Rodolfo Kuhn (que puede verse íntegra en YouTube).

Todos a la vez es un interesante documento de época sobre los orígenes del rock y del pop en la Argentina, y se inscribe en el marco de un interés genealógico de Peña por rescatar a la cultura sin distinciones ni canones preestablecidos. Así como en Filmoteca durante todos estos años se proyectan desde ciclos sobre la nouvelle vague hasta cine de ciencia ficción bizarro, también estos materiales deben pensarse por fuera de los prejuicios entre alta y baja cultura. Los mismos materiales deberían poder leerse desde lo que el cine representa en tanto testimonio de la realidad, y en ese sentido la recuperación de un archivo audiovisual que permite reconstruir la historia del mundo en el que vivimos es un hecho político de un poder inusual en el mundo edulcorado y despolitizado en el que vivimos.

Todos a la vez (Argentina, 1969). Dirección artística: Rodolfo Lozano. Intérpretes: Luis Alberto Spinetta, Edelmiro Molinari; Emilio Del Guercio, Rodolfo Garcia, Litto  Nebbia, Donald, Palito Ortega, La Joven Guardia, María Vaner, Luis Polliti. Duración: 28 minutos.

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