Atención: Se revelan detalles de la trama.

Aunque Acusada arranque advirtiendo que se trata de una ficción, que sus personajes y su trama no tienen nada que ver con personas o hechos de la vida real, es muy difícil no asociarla con el caso Lucila Frend. Más si venimos entrenados por recientes estrenos, como el de El ángel, donde el protagonista se la pasa bailando y besando tipos y nos dicen que representa al lejano Carlos Robledo Puch. Aunque Acusada lo niegue y El ángel lo asuma, por lo menos en ese plano, estamos ante productos semejantes: biografías de crímenes mediáticos. Acusada, claro, le saca largos chorros de sangre de ventaja a Rulitos.

Entrenados, entonces, en eso de escaparle a los hechos y su contexto, y en husmear en la piel de los personajes trágicos de nuestro país, Acusada acierta y atrapa desde el vamos. El espectador no pide ver el crimen, ni se le ocurre pedirlo. Al espectador se lo castiga con los fantasmas y el agobio que sufre la protagonista, esa que aunque el casting no sea tan perfecto (en el parecido físico) como el de El ángel, queda clarísimo que se trata de la reina de los memes para el día del amigo.

Erguida gracias a un corset actoral, Lali Espósito interpreta, con una solvencia que sorprende, a Dolores Dreier, una joven acusada de asesinar a su mejor amiga. Y sí, sorprende verla fuera de la clásica bosta quemabocho donde siempre se movió. Y sorprende más todavía, que no desentone (mucho) en una película que vale la pena, y en la que actores de verdad -como Leonardo Sbaraglia, Inés Estévez, Daniel Fanego y Gerardo Romano- elevan la vara a un nivel en que otros hijos de Cris Morena no llegarían ni en pedo.

Acusada te asfixia de a poco. Escenas oscuras, entre sombras, días nublados, noche y mucha angustia de los personajes, van cerrándole el pecho al espectador y lo ponen, rápido y sucesivamente, en los pies de todo el grupo familiar. Esa es la trama. Un ejercicio que propone ponerse en el lugar de esos tipos que son acusados por la televisión, por las redes sociales, por supuestos y toda clase de prejuicios. Para el espectador es muy fácil salirse de ese lugar, y conjeturar variadas hipótesis, convirtiéndose así en otro miserable juez. Gran logro del director Gonzalo Tobal, que con gran disimulo propone caminos sin salida para confundirnos, sospechosos que terminan no siendo. Incluso, una pizca de contexto, otro hecho real pero extemporáneo al caso Lucila Frend, el director lo utiliza para ablandar la pesada trama, y pasa tan desapercibido que remata la película con maestría.

Una de las escenas más importantes de la película enfrenta a la Dolores de Lali Espósito con Gael García Bernal, quien interpreta a un periodista televisivo. La inclusión del reconocido actor mexicano en una sola escena queda claro que es para engrosar el reparto. Aún así, carambola o magia del carilindo que tira abajo la teoría de Jorge Lafauci, esta escena logra el punto más asfixiante de la narración. El mexicano empuja a Espósito a su mejor actuación en la película, y allí mismo el guion cede en la introspección de los personajes, para dejarle lugar al thriller policial. Esta escena ocurre muy avanzada la obra, y es una bisagra en la narración, que hasta el momento no se había metido en los pormenores del caso en sí. Cuando el espectador tiene suficiente material para conjeturar, pero no para saber si la acusada es culpable o no,  la escena del mexicano funciona como un trampolín abrupto al thriller policial, al suspenso y el final inminente. Surgen elementos del crimen que parecen inclinar un poco la balanza, aparecen tarde, no son concluyentes, nos apuran el juicio a propósito.

El final de Acusada es doble: el esperado y el inesperado. Para el final esperado, con buen criterio el director elije silenciar la sentencia del juez. El juicio llega al final, pero el espectador no escucha, entiende la sentencia del circo por la reacción de las partes. Está claro que el juicio del espectador debe seguir un poco más. El segundo final, el inesperado, llega enseguida. En la última escena, una de las primeras con sol y planos abiertos, el otro caso real y extemporáneo del que nos habíamos olvidado vuelve a al ataque. Acontece todo en dos planos. Un plano del extemporáneo a modo de metáfora, y el primer plano final de Espósito para terminar de entender todo.

Acusada (Argentina/México, 2018). Dirección: Gonzalo Tobal. Guion: Ulises Porra, Gonzalo Tobal. Fotografía: Fernando Lockett. Montaje: Alejandro Carrillo Penovi. Elenco: Lali Espósito, Leonardo Sbaraglia, Inés Estévez, Daniel Fanego, Gerardo Romano, Emilio Vodanovich, Martina Campos, Gael García Bernal. Duración: 108 minutos.

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