Capitán avispa (2024) es una película de dibujos animados dominicana dirigida por Jean Guerra Vega, el hijo de Juan Luis Guerra, que es el productor de la película y que aporta sus canciones a una banda de sonido que las utiliza sin ninguna funcionalidad narrativa que las justifique. A eso le tenemos que sumar que al propio protagonista de la aventura le falta desarrollo que sustente sus acciones y que explique su personalidad. Todo hace presuponer en esos momentos iniciales que Capitán Avispa como película está destinada a ser un fracaso estrepitoso, no en términos comerciales, sino en términos estéticos. A simple vista, en la película de Guerra falla lo que no puede fallar en términos narrativos en una película infantil y supeheroica: los orígenes del héroe no son lo suficientemente explicados. No hay una progresión narrativa que nos sumerja en la deriva del protagonista más allá de algún que otro flash back inconsecuente. Para remitirnos a los héroes clásicos, en todos el origen es fundamental ya que en ese acto fundacional radica la clave argumentativa para entender todo lo que vendrá luego. A Batman, un delincuente le asesinó a sus padres para robarles unas joyas, Superman fue el único sobreviviente de la explosión del planeta Kriptón, en el caso de Spiderman la propia inacción del héroe al no detener a un criminal en el momento de cometer un delito derivara en la muerte de su tío, a Bruce Banner una sesión de rayos radiactivos lo transformara en el increíble Hulk. En el altar de los grandes superhéroes, el origen de sus padecimientos es lo que explica en lo que finalmente se han transformado. De alguna manera ese origen traumático es lo que les da carnadura y potencia a su personalidad. Eso falta en Capitán Avispa. Guerra le dedica más tiempo a regodearse en la excusa narrativa que a profundizar en la complejidad de sus personajes como si no terminara de tomar en serio a sus criaturas animadas. Un malo con acento francés intenta llevar a cabo un golpe de estado acompañado por dos personajes que se asemejan a Tonto y Retonto. Cuando Guerra juguetea con lo que las convenciones de los géneros cinematográficos le permiten, la aventura del Capitán Avispa pasa a tener un poco de sentido. Son esos momentos en los que los personajes dejan de funcionar como una maqueta para cobrar vida propia. De repente, acercándonos al final de la película nos sumergimos en el pasado del protagonista y en la importancia de su padre, que funciona como un héroe sin capa. El flashback dura muy poco (lamentablemente), y pasa como algo lateral a los acontecimientos, pero ese pasaje hacia atrás es el momento más sentido de la película. Guerra logró en una escena minúscula inyectarle calor y emoción a sus criaturas. Ese músculo emocional -que después la película no explora-, es un camino que seguramente el director puede potenciar en las previsibles secuelas que el personaje promete. Capitán Avispa es una película tibia, a medio camino entre un melodrama a lo Disney y una de aventuras para pasar el rato como solo el cine sabe hacerlo. Lamentablemente, en esta primera incursión en el universo súper-heroico, la película de Guerra ni siquiera sabe sacarle provecho a las hermosas canciones de su padre.
A pesar de la inconsistencia argumentativa hay algunos destellos de nobleza en ese pequeño superhéroe latinoamericano que no posee poder alguno más que el de no saber mentir. En épocas de fake news, cinismo y crueldad, un súper héroe que venga de otros lares puede ser una buena noticia. Ya que estamos siempre tentados a identificarnos con algún héroe, algo que traiga aroma a Patria Grande no vendría nada mal.
Capitán Avispa (República Dominicana; 2024). Dirección: Jean Guerra Vega, Jonathan Meléndez Calcaño. Guion: Gustavo López, Miguel Yarrull, Juan Luis Guerra. Música: Juan Luis Guerra. Elenco: Luis Fonzi, Joy Huerta, Juanes, José Guillermo Cortines, Amelia Vega, Adalgisa Pantaleón, Karen Martínez, Roger Zayas. Duración: 96 minutos.
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