En su último largometraje, el realizador argentino Santiago Loza retoma la premisa de amigos que se acompañan en el camino que ya empleara en Breve historia del planeta verde (2019), pero asumiendo otro tono. Amigas en un camino de campo (2022) es más modesta que aquella y se apoya en la poesía de la poeta argentina Roberta Iannamico y en el uso del paisaje serrano como elementos que estructuran el relato y que transmiten la coyuntura que atraviesan las protagonistas.
Sandra (Eva Bianco) vive en una soledad que no parece afectarla, en un pequeño pueblo en las sierras de Córdoba. Mientras emprende su rutina de amasado del pan para los vecinos, recibe la visita de su hija, quien vive en la ciudad junto a su padre, sin demasiado entusiasmo por parte de ambas. La Tere (Anabella Bacigalupo), amiga de Sandra, es una médica que ha tomado la decisión de mudarse del pueblo. La inusual caída de un meteorito en una zona imprecisa entre el río y la sierra es el disparador que vuelve a unir a las dos amigas que llevaban un tiempo sin verse, para emprender una excursión conjunta en su búsqueda.
Loza utiliza muy bien la idea del camino, con sus sinuosidades y obstáculos y con su sosegada paz, como metáfora del camino de la vida, ese que (con suerte) transitamos en compañía de buenos amigos, y de sus bifurcaciones como expresión de los devenires de la amistad. Ambas amigas han perdido recientemente a Claudia, con quien conformaban una suerte de “sagrada trinidad”. Loza emplea con acierto el uso del color de las camperas que lucen las protagonistas (azul para Sandra y rojo para Tere) para traducir los sentimientos y la posición de cada una de ellas frente a la pérdida y la inevitable separación entre ambas tras la ruptura del amistoso trío. Mientras que Sandra se mantiene en una fría reserva, sin expresar sus sentimientos sobre la pérdida de Claudia y la partida de Tere, ésta, por el contrario, necesita hablar de eso, necesita que el vacío se llene de palabras. En este punto, es el encuentro de ambas con la extraña piedra lo que transformará a cada una, permitiendo una suerte de conciliación, de solución de compromiso entre los caracteres de ambas, que antes tensaban el lazo con resquemores y rispidez.
Si la muerte o la ausencia del amigo implican un vacío frente al cual se vuelven impotentes las palabras, Loza se apoya en el minimalismo del ritmo de los diálogos, del caminar, de la cámara posada en el paisaje, de la música de Santiago Motorizado y de la poesía de Iannamico para bordear y hacer resonar ese imposible de decir. Amigas en un camino de campo es una bella película sobre duelos y despedidas, un film de cadencias que se mueven entre la parsimoniosa nostalgia y esperanzada compañía de la musicalidad poética.
Amigas en un camino de campo (Argentina, 2022). Dirección: Santiago Loza. Duración: 74 minutos. Competencia Latinoamericana.
Si te gustó esta nota podés invitarnos un cafecito por acá: