Lo primero que vamos a saber de Louis Bloom (Jake Gyllenhaal) es que se trata de un pequeño depredador nocturno. Un ratero menor que roba alambre para venderlo al menudeo. Pero en el cruce con el agente de seguridad que lo descubre en un lugar prohibido y en el regateo con el tipo que le compra el alambre que roba vamos a saber que es tan capaz de usar la violencia física como una verba rica e imaginativa.
La casualidad lo pondrá frente a un accidente callejero y las desprolijas y truculentas imágenes que registre de este suceso le abrirán las puertas, de modo inesperado, de lo que se conoce como «el mundo de las noticias».
Ahí encontrará que sus «cualidades», oportunismo, rapacidad y ausencia de límites morales, acompañadas de mucho chamuyo, encajan perfectamente en ese universo donde los términos «moralmente/legalmente» formulados en tono de pregunta logran un inesperado momento de humor.
Y el ariete para penetrar de forma consistente en ese mundillo pestilente es la jefa de noticias que interpreta, magistralmente, la enorme y bellísima (aún) René Russo. Como dije, bellísima en sus muchos años, curtida en todas las acepciones del término, sin ilusiones y sapiente de que ser jefa de noticias del canal nocturno menos visto es uno de los últimos peldaños que le quedan para hacer pie, en la cara de Russo se refleja perfectamente que ya no habrá tiempos mejores para el periodismo y los canales de noticias, la sensación irrefutable que todo lo que queda es declive.
Pero el tono de esta extraña película sin dudas, está marcado por su protagonista y por las características de su personaje. El Louis Bloom de Jake Gyllenhaal es un personaje aterrador, sin conexión con los seres humanos y cuya única empatía perceptible es regar una planta con vasos de agua (si el guionista y director Gilroy quiso hacer de esto alguna metáfora lo siento, se me piantó). Recitador persistente y aplicado de todas las frases de mercadotecnia (sea esto lo que sea), autoayuda y superación personal que existan, también es muy capaz de atentar contra su «competidor» en la caza de noticias (casi un cameo de Bill Paxton), o mandar al muere a su ayudante y de esa manera conseguir, una vez más, imágenes exclusivas.
Los mayores méritos de esta película están en un guión (la frase de que «nos interesan las noticias en que un blanco es atacado en los suburbios por el representante de alguna minoría» es ejemplificadora de la demonización de ciertos barrios y localidades) no siempre bien acompañado por sus imágenes, pero que tal vez logren el mismo efecto de esos noticieros que critica despiadadamente: una inocultable sensación de inquietud y desagrado sin entender del todo lo que está pasando.
Primicia mortal (Nightcrawler, EUA, 2014), de Dan Gilroy, c/Jake Gyllenhaal, Rene Russo, Bill Paxton, 117′.
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Me gustó la critica, la voy a ver y después vuelvo…