Los créditos del comienzo, con las manos de alguien revolviendo archivos, cajones y ficheros en busca de información, nos instalan en el cine criminal. Por otra parte, el prólogo se presenta en otra clave: música pop, un hombre que avanza hacia nosotros por un pasaje citadino de noche, contento al ritmo de esa música, para detenerse frente a la cabina de Telecom. El plano detalle al walkman y el contraplano a la cabina telefónica, establecen la acción a comienzo de la década de los 90.   

Abriendo paso al flashback, en éste vemos que un rato antes ha sido el último día de trabajo del protagonista, Jose María (Santiago Zapata), quien ha renunciado a su trabajo en una entidad bancaria porque lo disgustaba. José María, como ya anticipa este segundo nombre femenino, es el típico hombre tímido y pasivo, a quien su hermano Celestino (que también trabaja en el banco) alienta para que hable con Laura (Paula Belli), la compañera de trabajo que le gusta. Tránsito, el padre de familia ya fallecido, ocupaba un cargo importante en el banco, como deja ver su retrato en la pared de la oficina; el fundido encadenado que sobreimprime el rostro de Jose María y el reloj que marca el horario de salida puntúa un primer momento de liberación respecto de mandatos familiares, en sintonía con el fluir de la desacartonada música pop.

Al retorno del flashback, José María se envalentona para llamar a Laura e invitarla a una cita, no sin interferencias al quedarse sin monedas y tener que llamarla nuevamente con cobro revertido. Que el reloj de pared de la oficina se detenga segundos antes de marcar el horario exacto de salida y que la conversación con Laura en la oficina se haya visto interrumpida por  alguien que la requería, completan el sentido del título de la película. En efecto, Los inoportunos (2022), opera prima del realizador argentino Ismael Zgaib, trata de los tropiezos, los malentendidos y los enredos que deberá sortear Jose María para reunirse con la amada en su cita.

Convocada Laura a su departamento -mientras él se prepara para recibirla-, José deberá lidiar con tres compañeros de trabajo que quieren despedirlo, con la perra de la casera que está desaparecida, una hermana (Coko Albarracín) engañada y engañadora, su ex-novia que se está mudando al mismo edificio, su hermano Celestino (Maximiliano Bini) que pergeña una estafa económica, su dominante y posesiva madre Marga (Lide Uranga), con quien vive y que irrumpe en la casa por un vuelo reprogramado, y la aparición del enigmático fantasma de su padre. Así, la película hibrida el romance y el crimen, en clave de comedia. Y se deduce la influencia del cine de Woody Allen en el protagonista apocado y temeroso de las mujeres y de Alfred Hitchcock a partir del crimen familiar, la madre omnipresente y el departamento de buena posición económica en el que gira la acción y lo oculto (el sello paterno en la caja fuerte que todos buscan en el escritorio, así como los intrusos que Laura no debe ver).

La película evidencia con acierto y a través del humor que el secreto de goce es aquello en torno a lo cual se organiza la familia: los pecados del padre, la infidelidad de la hermana, la estafa del hermano y, en última instancia, el enigma del goce femenino en esa madre estragante. Para José María dejar el banco, mudarse del departamento e ir a la cita de amor con una mujer, implican dejar atrás el conflicto edípico y realizar el esfuerzo de desfamiliarizarse de una casa que permanentemente conspira, con cada obstáculo e intromisión, por no dejarlo salir. En este sentido, toda la película puede leerse desde las claves del coming of age,  ya que José María deviene hombre cuando puede pronunciar las palabras de amor en el tramo final. De ahí que no resulten un detalle menor las luces que se encienden en el parque de diversiones ante la consumación del amor y la leyenda de Superpark, evocando los fuegos artificiales, pues se trata de que se ha convertido en un héroe luego de terminar su periplo.

Calificación: 7/10

Los inoportunos (Argentina, 2022). Dirección: Ismael Zgaib. Guion: Ismael Zgaib, Nicolás Abello. Fotografía y cámara: Santiago Sgarlatta. Sonido: Manuel Yeri Racig. Montaje: Daniel Bertola. Elenco: Santiago Zapata, Paula Belli, Marcos García, Gastón Palermo, Matias Benedetti, Maximiliano Bini, Cokó Albarracín, Camila Murias, Juan Rojo, Alicia Vissani. Duración: 70 minutos.

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