La primera edición de Historias Breves (1995) quedará en la historia del cine argentino por la mayoría de los nombres propios que aparecen en los títulos – Caetano, Martel, Burman, Gugliotta, Stagnaro, entre otros- y las diferentes apuestas, sin red de contención, que crearon un antes y después y perfilaron la concreción de una interesante idea. Salvo alguna que otra interrupción, se ha convertido en una sana costumbre, año a año, la idea de ver los cortometrajes de jóvenes noveles en pantalla grande, con financiación del INCAA, lo cual permite desarrollar una factura técnica de gran calidad.
El Gran Vairitosky, de Matías Carrizo, recurre a la animación para contar cómo el protagonista que da nombre al corto elude la muerte acto tras acto en el mundo circense, mientras el público lo abraza con su sorpresa y su aplauso. El pez ha muerto, de Judith Battaglia, es la idea más acabada de estas Historias Breves 9: la pérdida de la inocencia de una niña en los días de su primera comunión, la relación con la religión y los sucesos de la vida real dejan una sensación de madurez en el personaje construida en unos pocos minutos. Videojuegos de Cecilia Kang y El paso de Victoria Mammolitti también intentan retratar la perdida de cierta inocencia, pero se tornan confusos en los sus respectivos desenlaces.
El Desafío de Andrés Ardiun es un policial ambientado en una zona rural, que se cruza con la fabula gauchesca, para no llegar más que a sorprender con una buena idea y algún momento efectivo. Estacionamiento de Luis Bernárdez cuenta las desventuras de una pareja en un garaje de autos en el que cabe, solamente, descender y descender. Con algún juego temporal, en blanco y negro y solo con dos personajes, el relato pierde fuerza a medida que se desarrolla. Una idea estética que parece emparentada con una publicidad de Jockey Club de los años ochentas no termina nunca de imprimir la representación del suspenso como motor de la quimera.
En Crítica de Luz Orlando Brennan nos lleva a la década del treinta para ver a Roberto Arlt en el mítico diario. Una reconstrucción de época interesante y una ola de suicidios que llegan por carta a la redacción, provocan la reacción del periodista, que completa un recorrido que bien podría evocar algún cuento mínimo de sus Aguafuertes Porteñas.
En resumen, mi sensación es que no hay ideas nuevas, ni riesgos explícitos, todos tratan de cerrar los relatos como una necesidad de, ante todo, apelar a la estricta compresión del espectador. La ausencia total de humor y cierta solemnidad dejan un sabor amargo para el final.
Historias breves 9 (Argentina, 2014), de Matías Carrizo, Cecilia Kang, Andrés Arduin, Judith Battaglia, Victoria Mammoliti, Luis Bernárdez, Luis Orlando Brennan, 108′.
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