Debo aclarar que lo que sigue no es una desgrabación de la conferencia de prensa. De hecho, no llevé ningún grabador ni nada por el estilo. Únicamente mi libreta y mi memoria. Lo que sigue es menos lo que los actores dijeron, que mis anotaciones personales. Por ejemplo, no anoté cuáles fueron las preguntas que cada actor fue respondiendo. No anoté cuáles fueron las preguntas por una cuestión práctica pero, también, porque confiaba en que las preguntas pueden deducirse a partir de las respuestas. Aunque quizás no. En cualquier caso, confío en el valor de los comentarios que aquí transcribo:
Ricardo Darín: Yo creo que mi personaje es un simposio de algo que le pasa a muchos ciudadanos que se encuentran o encontraron en una situación similar. En un momento, el personaje pregunta dónde está la oficina en la que te piden disculpas. Es naif el comentario, pero debería ser así. La ley debería pedir disculpas cuando se equivoca. La verdad que no tuve que hacer un gran trabajo de campo, un trabajo de exploración… un poco como que son cosas que también me pasaron. Atravesé situaciones similares.
Oscar Martínez: A mi no me pasó como a Ricardo [risas generales]. De cualquier manera, puedo imaginármelo. Pero no me pasó. Mi personaje es un hombre que llegó a un momento de estabilidad y buen pasar económico, en el que debería estar disfrutando de la buena vida, pero la tragedia se interpone (…) La concepción del personaje no fue nunca la de un corrupto, la de alguien acostumbrado a comprar favores, sino la de alguien que se ve arrastrado a una situación límite (…) Damián sabe muy bien qué es lo que quiere. La graduación es algo muy importante. Saber encontrar el temple en la desesperación es algo maravilloso.
Damián Szifrón: En mi visión del personaje [se refiere al personaje de Oscar Martínez], era importante no juzgarlo, mostrar el lado humano. Incluso cuando naturalmente uno pueda sentir rechazo (…) Cada personaje tiene su tótem en los animales de la secuencia de títulos. En un mundo más sensato, esos animales estarían como se muestran en la secuencia de títulos: en reposo. Pero están en estado de violencia, a la defensiva.
Leonardo Sbaraglia: Damián es un director preciso. Sabe lo que quiere. Es muy certero. Imaginar esas sensaciones [se refiere a las sensaciones de su personaje] fue un gran desafío. Sobre todo, un desafío físico. La violencia liberada va deshumanizando a la persona, lo vuelve un enajenado. Físicamente fue muy duro. Más aún, dentro de esa cajita de auto. Damián piensa la relación con el público. Todos los pliegues que quiere producir en el espectador, se producen. Y eso es muy impresionante.
Rita Cortese: Mi personaje no titubea. ¿Qué pienso de mi personaje?… [piensa]… Me divierte actuar. Por eso estoy acá, padeciendo esto… [risas generales]… Es un personaje blanco. Su parte salvaje ya la sacó en otra oportunidad. Es un personaje que está del otro lado. Esta experiencia ya la vivió. La cárcel le parece menos salvaje que el mundo que vivimos. Soy partícipe de una película que me compromete y abarca y estoy feliz de haber participado.
Damián Szifrón: Hay una idea de que la película funciona mejor entre el público local, pero la película puede ser contemplada desde cualquier latitud. Es uno de los efectos de la globalización: las sociedades de las grandes ciudades no son muy diferentes entre sí. Cualquiera se puede sentir identificado con la película (…) Es muy difícil definir a qué género pertenece. No es comedia, pero tiene humor. Tampoco es un drama, aunque la violencia es un tema constante. La divisa que atraviesan las historias es la liberación. Por eso produce adrenalina. Cualquier espectador se puede conectar con el placer que genera la liberación de las represiones. Uno no pasa a la acción porque el costo es muy alto. En la relación costo-beneficio, no vale la pena pasar a la acción. Pero el costo de reprimirse, también es demasiado alto. Nos carcome por dentro la culpa, el arrepentimiento, la bronca. A través del cine podemos liberarnos, abandonarnos al placer, la fantasía.
Ricardo Darín: Lo que ha hecho Damián es proponernos un juego. Exponernos a esa situación… de qué pasaría si… Después de todo, cualquiera atravesó alguna vez una situación en la que estuvo o pudo estar cerca de un brote psicótico. En lo personal, viví una situación similar a la de mi personaje. A veces siento que los de las grúas no están ordenando el tránsito, sino que se trata de un robo organizado. No hay ninguna consideración con el ciudadano.
Darío Grandinetti: Cuando los actores encontramos un director que nos gusta, nos dejamos dirigir. Nos gusta dejarnos dirigir.
Damián Szifrón: Estamos hablando de gente muy talentosa, que hace todo bien a la primera. La película siempre fue crecer a partir de ahí. Nos preguntamos mucho si las historias debían estar relacionadas entre ellas, hasta que decidimos que no. Cada cuento es lo mejor de ese cuento. Este dream team lo complementan los productores (…) El cine no es como escribir un libro o pintar un cuadro. Es un arte complejo y colectivo. La visión del productor es influyente. Este es un comentario que siempre repito en las entrevistas, pero por alguna razón, lo sacan, lo terminan editando. El padrino no sería la película que es, sin la intervención del productor. El material crece y toma su propia dimensión, en base a las decisiones de los productores (…) Hay un espíritu lúdicamente vengativo en los cuentos. Lo imagino al espectador disfrutando como yo. De cualquier manera, me doy cuenta que la película, siendo explicada, se reduce. Hay mucha fantasía en las historias. No son sólo historias de venganza.
Aquí pueden leerse un texto de Marcos Rodríguez y uno de Gabriela López Zubiría sobre la misma película.
Relatos salvajes (Argentina, 2014), de Damián Szifrón, c/Ricardo Darín, Erica Rivas, Oscar Martínez, Leonardo Sbaraglia, Darío Grandinetti, Rita Cortese, Julieta Zylberberg, 122′.
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Buen articulo, ayuda a entender que pensaban los que hicieron esta pelicula