Marcelo Bielsa es, desde hace tres décadas, uno de los técnicos más importantes del mundo. A lo largo de su carrera logró conformar algunos equipos memorables y un estilo de trabajo que lo distingue en el mundo del fútbol muy por encima del promedio. Ese estilo obsesivo y extremo que se caracteriza por el desarrollo de un fútbol ultraofensivo (y esquemático) permitió que, a lo largo de estos últimos treinta años, Bielsa divida aguas entre sus seguidores y sus despiadados críticos. Bielsa tiene fanáticos a lo largo de todo el planeta (algunos célebres como Pep Guardiola), que lo siguen en cada uno de los equipos que dirige, y este fue el caso del Leeds United, equipo de la Premier League que perdió la categoría en el año 2004 luego de atravesar notorios desmanejos financieros. Justamente en ese año Marcelo Bielsa se coronaba campeón por última vez con la Selección Argentina en los Juegos Olímpicos de Atenas luego de ganarle la final de ese certamen a Paraguay por 1 a 0.

Take Us Home no puede entenderse por fuera del fenómeno Bielsa, aunque la serie no sea sobre el ex DT de la Selección Argentina. La serie documental dirigida por Lee Hicken hace foco en la historia de la primera temporada de Marcelo Bielsa en el Leeds United y en el intento de este equipo de volver a la primera división del futbol inglés luego de más de una década deambulando en la segunda y tercera categoría. Take Us Home es una historia coral que repasa la temporada 2018-2019 del Leeds, concentrada en la historia de un equipo del futbol inglés que intenta recuperar el lugar que la tradición le demanda. La narración a cargo de Rusell Crowe le agrega épica al relato y durante seis episodios seguimos las peripecias de un equipo sin grandes figuras que busca ascender a la Premier League.

Narrado de manera clásica describe con pericia los avatares de la campaña del Leeds desde un comienzo arrollador de la temporada hasta la descripción de los vaivenes propios de un equipo irregular. Los momentos menos interesantes de Take Us Home son los que centran en la figura de Andrea Radrizzani, el multimillonario italiano que compró al Leeds United y eligió a Bielsa para dirigir los destinos del club. En los momentos en los que la serie de Hicken se centra en este personaje y en esa construcción que tiene que ver con el mundo de los negocios, se acerca demasiado a un telefilm publicitario en el que se describe la proeza deportiva dentro de la corrección política propia del mundo de las corporaciones. Gracias a Dios, Marcelo Bielsa es un personaje de un misterio poético que excede al mundo de los negocios futbolísticos, y algo de su extrañada poesía irradia su fuerza durante los seis capítulos de Take Us Home.En la verba de Bielsa, en su narrativa y en ciertas decisiones éticas que navegan contra la corriente en el mundo del hiperprofesionalizado deporte del siglo XXI -y, yendo aún más lejos, en la lógica con la que el capitalismo y su modo de producción rigen la vida de los hombres -se centran las virtudes del relato de Hicken. La narración de Crowe nos sitúa como si estuviéramos viviendo una película de aventuras en la que la acción y el suspenso se vinculan con las decisiones morales de los personajes en cuestión.

El mito del gigante caído en desgracia es el impulso narrativo con la que se construye esa épica. El documental se inicia con la primera y frustrante temporada de Bielsa al mando del equipo. Lo más interesante de ese recorrido es que finalmente el equipo se desploma y no logra el ascenso esperado. Ese final, que podría haber significado la evidente catástrofe, se transforma en algo enriquecedor cuando Bielsa logra metabolizar el fracaso de un modo distinto a como se lo metaboliza en el mundo del fútbol.

Hay varios sucesos significativos en el documental, más allá del relato de la campaña que se destaca particularmente y que estructura narrativamente a la serie. El primero es la  descripción del clima en el Elland Road, el estadio de la ciudad de Leeds que se convierte en una caldera cada vez que juega su equipo, y cómo esa presión aumenta a medida que se acerca el final de la temporada. Quizás la operación más discutible sea el seguimiento de algunos hinchas a lo largo de los capítulos, decisión que le resta potencia al arco narrativo vinculado con el personaje Bielsa y su equipo. Ya el solo hecho de filmar al equipo con su hinchada daba cuenta de lo significativo que es el fútbol en términos generales y de la importancia que tiene el Leeds para sus hinchas en términos colectivos antes que individuales .

Otro hecho significativo se centra en un episodio de espionaje que sufrió el Derby County del irritante Frank Lampard (uno de los grandes volantes ofensivos que dio el futbol británico a comienzos del siglo XXI) a manos del Leeds. Marcelo Bielsa envió un espía a ver el entrenamiento del equipo de Lampard y este acontecimiento originó un escándalo de proporciones insospechadas en un fútbol en el que esos actos no son comunes, a diferencia de lo que sucede en el futbol sudamericano. Finalmente, la Asociación Inglesa de Fútbol le cobró una multa al Leeds y el propio Bielsa terminó pagando dicha sanción. Ese acontecimiento menor se transformó en un escándalo  mediático que, en cierto sentido, puso en duda la honorabilidad del DT rosarino siendo justamente ese rasgo el que define a Bielsa como DT y como persona. Bielsa resolvió el conflicto convocando a una conferencia de prensa, explicándole a los periodistas en que consiste su metodología de trabajo y relativizando la importancia que tuvo en ese caso la utilización de un espía. Más allá de la polémica el hecho reveló el carácter obsesivo del personaje: Bielsa decidió convocar a esa conferencia sin consultar previamente a Radrizzani. Esa autonomía puso al descubierto las tensiones que se gestan a su alrededor, y que desconciertan a los dirigentes del mundo del fútbol. Esas relaciones llenas de cortocircuitos hacen que el personaje Bielsa tenga el aura que tiene.

La anécdota que define a Bielsa de la cabeza a los pies se da cuando su equipo empata 1 a 1 de local con el Aston Villa (equipo que finalmente terminaría ascendiendo al final de esa temporada). El Leeds se puso en ventaja con un gol producto del aprovechamiento de un jugador rival que se encontraba lesionado. Luego de ese gol Bielsa, en un hecho anómalo, dio la orden a sus dirigidos de dejarse empatar ante un rival directo en la pelea por el ascenso a la Premier League. Esos gestos quijotescos lo transforman en una personalidad apasionante que pareciera dirigirse con un código distinto al habitual en el ambiente del fútbol contemporáneo. Desde hace dos décadas Bielsa no da entrevistas individuales, lo que en su momento le generó conflictos muy fuertes con el establishment comunicacional del periodismo deportivo argentino, y esa decisión produjo la ruptura de Bielsa con ese periodismo exitista que permite la reproducción de esa lógica en la cual solo importa ganar.

Bielsa es un humanista más propio del siglo XIX que un pragmatista en el mundo de las corporaciones, y no pareciera encajar demasiado en el frío mundo de los negocios que incluyen al fútbol. No obstante, el DT logra encajar con los hinchas de los equipos que dirige que, por lo general, le tributan un amor incondicional incluso en la derrota. Ese modo con el que Bielsa transita la derrota es una de las marcas que lo distinguen como DT y como celebridad en el mundo del fútbol. A diferencia de los que ocurrió con un célebre DT como Bilardo, Bielsa no se transformó en una caricatura, deglutida por el formato comunicacional vacuo que las agencias de entretenimiento producen a diario. Su personaje es casi literario y ahí radica otro dato clave para entender el apasionamiento que produce y que es lo que finalmente hace que Take Us Home sea una serie interesante. A diferencia de Jordan, Maradona o Fangio (por mencionar algunas figuras notables del mundo del deporte), Bielsa ganó solo cinco títulos a lo largo de su extensa trayectoria, incluyendo el reciente ascenso con el Leeds United. El DT rosarino construyó una épica hecha de derrotas y padecimientos, una ética de trabajo férrea afirmada en la estética del deporte, y una poética humanista que va a contramano del mundo del que vivimos.

Bielsa es el ejemplo más claro de que ganar a toda costa no sirve para nada si esa victoria no está construida de humanidad, y que en el fútbol como en el arte el resultado final depende no solo del contenido sino también de la forma. Por último, su figura es la demostración cabal que ética y poesía siempre van de la mano y, más importante aún, de que a veces ganan los buenos.

Take Us Home: Leeds United (Reino Unido, 2019). Guion y dirección: Lee Hicken. Fotografía: Giuseppe De Luca. Edición: Lia Hayes. Narrador: Russell Crowe. Intérpretes: Ezgjan Alioski, Luke Ayling, Patrick Bamford, Marcelo Bielsa, Liam Cooper, Adam Forshaw, Ander Herrera, Angus Kinnear, Victor Orta, Adam Pope, Andrea Radrizzani. Duración: 6 episodios de 42 minutos.

Si te gustó esta nota podés invitarnos un cafecito por acá: