Después de convocar dos veces a la memoria en sus anteriores películas (M, 2007; Tierra de los padres, 2011), Prividera se despide de ella desde el título de la última. Este adiós supone sin embargo un doble movimiento, de distancia por un lado, de inmersión hasta el fondo, hasta su origen y aún hasta antes del mismo, hasta un lugar en que, ya sea por el parto o la ausencia final, el dolor se hace presente. Hay un narrador en off que, en tercera persona, habla de su padre, de la distancia que los separó durante mucho tiempo y de la forma en que, en su presente de anciano, la enfermedad va borrando y confundiendo su memoria. Pero también el propio narrador ha sufrido la amputación de partes de la suya, lo sabemos desde M; su madre fue secuestrada durante la dictadura y su ausencia física se corresponde con la carencia de recuerdos maternos por parte del narrador, que entonces tenía seis años. Este hueco primordial es el que, de forma paradójica, termina uniendo a padre e hijo, entre la memoria que falta y la que se va hay espacio para otra memoria, la colectiva, la de los hechos históricos, sus protagonistas y responsables.

El cine es el puente que une todas las evocaciones y ausencias; lo es desde la propia película que vemos y desde la práctica infantil del director-narrador, que filma sus primeros ejercicios con la cámara familiar de su padre. Allí está prefigurado el destino, en el más amplio de los sentidos; allí el tiempo se funde como las memorias y el director-niño deviene en el narrador adulto, que articula su relato narrando un texto denso pero imprescindible, que hace vivir a las imágenes y vive por ellas. Prividera hace del montaje un tejido, una artesanía que transforma la materia y abre las puertas de su memoria, y la del espectador, hacia caminos de los que no se adivina el final. Esta memoria en donde arden las ausencias y el presente es una particular forma del adiós, que se despide y al mismo tiempo intuye la existencia de otro porvenir.

Adiós a la memoria (Argentina, 2020). Dirección: Nicolás Prividera. Duración: 95′. Competencia Internacional. Disponible: 25 al 30 de Noviembre.

Si te gustó esta nota podés invitarnos un cafecito por acá: