Martín Coca, uno de los realizadores de Daemonium, podría haber llegado a paso tranquilo, relojeando su celular antes de cruzar la calle. Yo podría haber llegado diez minutos antes de lo acordado –vicios de la impuntualidad- y esperarlo en uno de esos bares del centro que aun tienen personalidad propia. Y él hubiera llegado, se me ocurre, cinco minutos después. Todo esto en realidad fue una pintura plasmada de potencialidad. Martín viaja mucho durante el año y es difícil engancharlo para una nota. Las preguntas fueron enviadas por mail y respondidas amablemente en tiempo y forma.
HLC: ¿Qué nos podes contar de la trama de Daemonium? ¿Es una serie que fusiona géneros? Me recuerda el setting de Shadowrun, un juego de rol.
MC: Daemonium es la representación de la pelea del poder dado por dos grandes empresas que se disputan el futuro del planeta. Un futuro distópico donde conviven humanos y demonios, formando el escenario perfecto para el surgimiento de “Razorback”, una de las figuras -si no la principal- de una serie que intenta tomar lo mejor de los géneros que solíamos ver en los ‘80 cuando éramos chicos. Posiblemente ese sea el motivo por el cual se la relaciona con algunos juegos, series, películas y demases. La nostalgia y la necesidad de expresión nos llevaron a ir conformando este submundo donde encontramos todo aquello que queríamos ver. Es por ello que al realizar Daemoniumencontramos una doble satisfacción, no solo por intentar llevar el cine independiente a su máxima expresión, sino también como espectadores al ver el producto terminado.
HLC: ¿Por qué elegir la Ciencia Ficción, un género no muy transitado por estos lugares?
MC: Justamente en la pregunta se encuentra la respuesta. Fueron muy pocas y frustrantes las apuestas nacionales que se hicieron en ciencia ficción a nivel industrial. Es por eso, tal vez, que el medio independiente puja tanto por la diversidad de géneros: terror, ciencia ficción, acción; para que estos géneros olvidados tomen el lugar que se merecen. En lo personal, me tocó trabajar en la industria nacional de cine y, en resumidas cuentas, a lo largo del trabajo realizado sentí la misma frustración que luego se lleva el espectador de la sala. Lamentablemente la industria se rige por números, taquillas, asientos a cubrir, contratos, pedidos, favores, canjes, trueques. Y no usan eso en favor de la película, sino que la película termina pasando al ultimo lugar en importancia, lo primordial es “terminar o cumplir con el trabajo” e ir pensando en la siguiente, esperando que la que se está haciendo no de pérdidas. Es un circulo vicioso que se aleja claramente de lo “artesanal” que tiene el sistema independiente, donde la prioridad es buscar que la película quede de la mejor manejra haciendo la mayoría de las veces esfuerzos titánicos.
HLC: Hay cierto disciplinamiento de la mirada por parte de la industria estadounidense de ciencia ficción que genera tópicos, manejos de tiempos narrativos y de acción, planos de cámara y otros elementos que se traducen en hábitos de los espectadores. ¿Se proponen combatir estos hábitos desnaturalizando ciertos lugares comunes o intenta inscribirse en esa tradición sin abandonar ciertos convencionalismos?
MC: Como estudiante de cine que fui, te digo que no hay mejor escuela que ver la mayor cantidad de cosas, e ir rescatando técnicas que uno va apreciando. Como en otras áreas, es muy difícil ser innovador y uno intenta recrear aquello que le gustó sumándole su aporte. Cuando comenzó a formarse el mundo de Daemonium, la idea fue rescatar aquellas técnicas, escenarios, todo lo que nos nutrió de chicos e intentar “igualarlo” y, a la vez, diferenciarlo de cualquier producción nacional que se estaba realizando. Decidimos hacer hincapié en cada detalle, y es así que el grupo tiene tal exigencia con la idea de no bajar el nivel de realización a medida que los episodios avancen. Siempre apostamos a seguir creciendo, cada uno va haciendo su aporte, y eso termina haciendo que nosotros mismos nos vayamos sorprendiendo rodaje a rodaje con lo que venimos realizando.
HLC: El terror y la ciencia ficción, al igual que la fantasía épica, configuran una especie de “mercado de consumidores” en sí: los espectadores entienden la lógica y, como señala Liliana Bodoc hablando de los lectores de estos géneros, “se convierten en los más exigentes y potentes críticos de la obra”. ¿Cómo ha sido la recepción del público? ¿Qué pasa con sus expectativas?
MC: La recepción es muy buena a nivel mundial. Participamos del Festival de Series Web de Marsella, en Francia, y ganamos el premio “Best Post Apocalyptic Film” por DAEMONIUM – La hora cero en el Festival Wasteland Film de Estados Unidos, que es uno de los festivales más importantes del género. Participamos también del Festival de Mar del Plata, y siempre nos están pidiendo proyecciones. En Tailandia tuvo la mayor repercusión y doblaron las voces de los personajes por voto propio.
HLC: ¿Cómo se materializó financieramente el proyecto? ¿Se trata de una cooperativa de productoras?
MC: Daemonium se realiza mediante la cooperativa y fusión de varias personas y productoras que dan el nombre al grupo “Hydra Corp”. Sus bases se encuentran en Farsa Producciones, Rabbit FX y Studio Patna, que fueron los que comenzaron con esto. A partir de ahí todo fue tomando forma, en un principio fue cuesta arriba, con un pedido de préstamo y endeudamiento de parte de Simon Ratziel, uno de los productores ejecutivos, y a medida que se fue sumando gente comenzamos a hacer aportes de diferente formas, desde dinero, materiales, accesibilidad a lugares gratis, equipos de parte de una casa de alquiler, movilidad y demás. Nadie cobra sueldos, todos donan su trabajo y lo más costoso, que son los doblajes, lo financiamos con fiestas de recaudación. El autofinanciamiento nos ha servido para los 3 episodios, y aun faltan dos más para terminar la saga.
HLC: ¿Por qué se eligió una serie en entregas por internet? ¿Por qué no una película, por ejemplo?
MC: Daemonium es una película presentada en serie por internet. Es la mejor forma que encontramos para llevar a cabo el proyecto. Varios de los integrantes del grupo realizamos varias películas antes de esta, y nos dimos cuenta de que al ser autofinanciada es mucho el esfuerzo realizado durante mucho tiempo (cuatro años promedio) para luego ver un resultado con muchos cambios en el camino. Así que decidimos realizar la película de forma episódica, y el promedio es casi el mismo (tres episodios en tres años) pero los resultados son más contemporáneos a la realización. Eso también nos permite una devolución propia y de parte del espectador para seguir mejorando el producto. El hecho que sea subido a internet de forma gratuita se debe a que apostamos a que sea visto por la mayor cantidad de gente posible y de forma accesible.
HLC: ¿Cómo viene siendo la respuesta de la crítica especializada?
MC: Recibimos la mejor respuesta y todo se resume a la repetida frase: “parece una superproducción internacional”, cuando desde la cocina sabemos que no es así. Daemoniumfusiona a un grupo de chicos entre los que se encuentra gente profesional del medio cinematográfico y gente que está dando sus primeros pasos en el cine. “Eso genera mucha química, que a veces es explosiva y otras veces es mas productiva”, como ha dicho Pablo Pares, el director. Por ejemplo, la mayor parte del episodio 2 se realizo en Epecuen, lugar a donde viajamos sólo once personas para filmar durante tres días. Eran ocho actores y sólo tres personas detrás de cámara. Un equipo técnico donde básicamente todos tratamos de cubrir muchas áreas, luego eso se refleja en los créditos, donde podés ver cómo se repiten los nombres en las diferentes áreas. Hoy por suerte el grupo creció y se sumó mucha gente para poder llevar adelante el proyecto de otra forma.
HLC: El doblaje es impecable, se nota un trabajo minucioso, pero ¿por qué lo hacen? Es curioso que frente al inminente arribo de la ley de doblaje al país se elija esta alternativa. ¿No es contradictorio el hecho de que en la página de Daemonium se proponga una especie de manifiesto respecto al localismo pero luego se decida por un formato más vendible?
MC: El tema del doblaje surgió por dos motivos: primero, por gusto. Como dije antes, nosotros tratamos de retomar todo ese material cinematográfico con el que nos criamos trayéndolo a la actualidad. Las películas siempre llegaron dobladas en neutro y si queríamos mantener el género eso era una herramienta más a utilizar. Escuchar nuestros personajes hablar con la voz de McGyver, Saylor Moon, Homero Simpson, Terminator era nuestro sueño, y así lo hicimos. Por otro lado, la idea era llegar a un mercado más amplio que el nacional, la idea era que Amércia Latina pueda tomarlo como propio, y por suerte traspasamos fronteras.
HLC: ¿Cómo están previstas las próximas entregas? ¿Cuál es el futuro de Daemonium?
MC: Por lo pronto quedan por realizar dos episodios, y la idea es estrenar ambos en el 2014 para hacer el cierre de la saga. No hay que olvidar que se inicio el rodaje del primer episodio allá por el 2010 y nosotros, más que los seguidores, estamos ansiosos por ver como termina.
HLC: Gracias Martín por el esmero en las respuestas. Desde Hacerse la Críticatambién seguiremos el desenlace de esta buena historia.
Aquí puede leerse un texto de Nuria Silva sobre la misma película.
Aquí puede leerse un texto de Paola Menéndez sobre la misma película.
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Buena entrevista pero la pregunta por el doblaje se queda corta, a mitad de camino porque a mi entender plantear la idea de un «formato vendible» merece cierto grado de reflexión respecto a la implicancia que el entrevistado rehuye y el entrevistador no repregunta. Me quede con ganas de seguir leyendo acerca de eso..
Abrazo