I).- Sobre gustos y colores primarios. Patria del azar y la arbitrariedad, la escritura con frecuencia se piensa soberana, dueña de sus orígenes y destinos, criatura autogenerada, fruto del matrimonio casto entre la razón y su traductor, el escribiente. Opino que quien escribe debería ser siempre consciente de la falacia soberbia que encierra esta idea. […]
