poster3-dama2_carta_1dic-altaUna casa abandonada. Un ente maligno. Niños. Una mujer joven. Una película que ya vimos cientos de veces. ¿Por qué vamos, entonces, a ver esta clase de relatos que conocemos de memoria? ¿Qué esperamos de este tipo de películas? Como mínimo, encontrarnos con  una historia bien narrada por un director que utilice los recursos del género de manera efectiva y los administre coherentemente. Que, cuanto menos, el realizador ponga el pecho y se apropie del trabajo, aunque sea por encargo, que tome los elementos que se le entregan (una casa abandonada, un ente maligno, niños, una mujer joven) y con un poco de ingenio nos entretenga durante una hora y media.

Si la película además resulta original, bienvenido sea, pero generalmente no es lo que el espectador busca o espera del cine de género clásico, sino más bien pasar un lindo momento frente a la pantalla viendo una película de terror correctamente narrada y con un atmósfera atrapante. Lamentablemente La dama de negro 2 está lejos de lograr algo de lo antes descripto. Su director Tom Harper no quiso ser original, pero tampoco pudo hacer las cosas bien, y lo único que logró fue una película que no cumple ningún objetivo: no asusta y no entretiene.

La dama de negro 2 es otra de las tantas películas de terror sobre casas embrujadas y espíritus vengativos. ¿El argumento? Uno no puede dejar de pensar ante cada sobresalto increíblemente predecible y bobo (precedido de un silencio y coronado con una aparición repentina acompañada con un sonido fortísimo) que el director, con lo que tenía a mano (una casa abandonada, un ente maligno, niños….) nunca supo cómo hacer para asustar al espectador con herramientas cinematográficas más interesantes (por ejemplo, generando tensión) y dijo “ma´sí, yo recurro al sobresalto que siempre garpa”. Pero no. Claramente si abusas del sobresalto durante toda la película, y es tu única arma para generar “terror”, no garpa ni un poco. Hasta el espectador más dormido se da cuenta que lo están timando.

WOMAN IN BLACK 2

Además de la absoluta falta de agudeza que hace que sepamos lo que va a pasar a cada momento, de las flojas actuaciones y la redundancia de sobresaltos, la película está plagada de incoherencias argumentales y elecciones inentendibles, como por ejemplo el contexto histórico-social. Que la narración transcurra durante la segunda guerra mundial no tiene absoluto peso narrativo ni dramático que lo justifique, más bien parece una excusa simplona que sirve como disparador del viaje y para justificar el que se lleve a un grupo de niños a una casa alejada de la civilización y en condiciones deplorables.

¿Algo positivo? La locación es perfecta para una película de terror. El barro, la niebla, el arte y la fotografía aportan una buena cuota de clima gótico y terrorífico. Desgraciadamente las partes no hacen una película, y en el todo la técnica y la puesta en escena pierden potencia ante una narración insulsa y sin motivaciones. Si a esta altura una película de terror no puede dejar de hacer “homenajes” y “referencias” a La llamada (Hideo Nakata, 1998) o El grito (Takashi Shimizu, 2003), en cuanto a las estética, la anatomía y hasta los movimientos de sus espíritus malditos, podemos decir –para empezar- que es una historia carente de ideas.

WOMAN IN BLACK 2

El cine de terror nunca desapareció de las carteleras, pero en estos últimos tiempos (a partir de la explosión del terror japonés) parece haber una especie de revival, que da como resultados una gran cantidad de películas de este género en cartelera durante el año. Dentro de ese montón, hay una gran mayoría de películas entre malas y mediocres –las que buscan la formulita ganadora y poco más-, algunas rescatables y un pequeño porcentaje de las podrían considerarse buenas o muy buenas. La dama de negro 2 se pierde entre el montón de películas malas, porque carece de atrevimiento, ingenio, y ni siquiera logra copiar decentemente lo mejor de las historias de casas embrujadas/entes malignos. Y para colmo tiene un final tan previsible como irritante, porque desgraciadamente deja abierta la puerta para una nueva secuela.

La productora Hammer revivió tras sesenta años de inactividad para realizar, hasta ahora, una remake de la excelente película sueca de temática vampiresca (Déjame entrar, 2008), y las dos versiones de La dama de negro. Posiblemente Christopher Lee esté acomodando a un Terrence Fisher desarmado en su tumba después de tanto revolcarse.

La dama de negro 2 (The Woman in Black 2: Angel of Death, Gran Bretaña/Canadá,  2014), de Tom Harper, c/ Phoeb Fox, Helen McCrory, Jeremy Irvine, Oaklee Pendergast, 98′.

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