Poster What If Argentina (2)Atención: Se revelan detalles de la trama y el desenlace.

What if no la caretea. Las historias de amor no se agotan. Quiero decir: se pueden agotar pero siempre están ahí, esperando para ser contadas a través de diversos formatos: novela, cuento, canción, película, etc. Dos personas se conocen y se gustan pero en el medio hay un conflicto que imposibilita su unión amorosa haciendo que la historia tenga su razón de ser; hacia el final, o consiguen atravesar los obstáculos interpuestos para logran estar juntos -quizás- por el resto de sus vidas, o todo termina en un final amargo sin unión o en una tragedia con muertes. Eso es, más o menos, mejor o peor contado, lo que ocurre en ese género que en cine se lo suele denominar la «comedia romántica». Género cómodo para la industria ya que es popular y te deja unos buenos mangos en entradas metiendo a dos «estrellas» conocidos por todos. Lo cierto es que en los últimos veinte años aquella formula narrativa encontró sus variantes: desde Antes del amanecer hasta la negación amorosa de 500 días de Summer. O mucho antes: Cuando Harry conoció a Sally.

Ahora bien, no siempre se da que la imaginación rompa límites para lograr originalidad, los casos son pocos. Y si no tenemos información antes de entrar a la salas los afiches de las películas nos pueden confundir. Hay que saber leerlos. Muchas veces vemos en cartelera muchas portadas que prometen y nos terminan decepcionando, o a la inversa. Vemos algo que podríamos catalogar como “una película más” y termina sorprendiéndonos hasta el punto de anotar el director de la misma para buscar en IMDB qué más hizo y tratar de conseguir algo. ¿Solo amigos?  de Michael Dowse no la caretea: en el afiche vemos a sus jóvenes protagonistas Wallace y Chantry (encarnados por Daniel Radcliffe y Zoe Kazan) enfrentados, él gesticulando y ella riendo tímidamente, en una mesa de típica cafetería/restaurant del norte. Ok, estamos ante una película romántica con algo de comedia y sí, no nos van a engañar, vamos a ver una película más de amor juvenil.

La admirable velocidad del comienzo nos pone al tanto de todo y nos hace predecir el desarrollo: en menos de dos minutos de película ya sabemos que casi la totalidad de la historia tendrá lugar en Toronto, Canadá, que Wallace está triste porque terminó con una chica, que justo conoce a Chantry de casualidad en una fiesta, y que él se enamora al instante. Intuimos que ella también. En el medio aparecen los problemas: Chantry está de novia con un pibe exitoso y solo quiere tener un vínculo de amistad con el bueno de Wallace (un paso de comedia inesperado, y que no tiene demasiada transcendencia para lo que vendría después, es cuando ella lo invita a su casa a cenar para presentarle a su novio, Ben, y, sin querer, Wallace lo tira por la ventana y la velada se transforma en un viaje de ida al hospital en una ambulancia). Con el paso del tiempo podemos darnos cuenta de que ella siente algo por él pero no puede hacer nada porque lo quiere como amigo. Él tampoco se anima a decirle nada y continua en su papel de compinche a eterna disposición. La ausencia de Ben en casa, debido a largos viajes por Europa en busca de nuevos negocios, hace que Wallace se acerque a Chantry y que ella pueda reflexionar acerca de lo que siente por su amigo… pero no pasa nada. Situaciones incómodas donde ninguno de los dos activa con un beso, algunos celos y algunos reproches, viajes a Irlanda, ella en busca de su pareja y la posterior decepción amorosa, él en busca de ella y un puño de Ben en el ojo de Wallace de por medio, hacen que el final tan esperado, suceda.

what-ifLo interesante en ¿Solo amigos? son esas imágenes tan bellas que producen las luces de la ciudad canadiense y que están presentes de principio a fin, colores fuertes yendo y viniendo en cada escena. Los diálogos rápidos otorgan dinamismo a una película que pasa frente al espectador rápidamente y le deja algunas pinceladas de colores intensos. Colores que justamente vemos en la portada, una ventana que da a las luces de la ciudad, los sillones rojos, el amarillo del pomo de mayonesa y el rojo del ketchup sobre la mesa del bar. Cuánta sinceridad, cuánta transparencia.

Crédito parcial a los siempre recurrentes personajes secundarios: los calenturientos Allan (Adan Drive, que se lo pudo ver recientemente en Inside Llewyn Davis y en Frances Ha) y Nicole (Mackenzie Davis), que representan exactamente lo opuesto a Wallace y Chantry y son quienes nutren la comicidad y sirven de conectores con la historia de amor principal. Allan, quien además del amigo de Wallace es el primo de Chantry, conoce a Nicole en esa misma fiesta donde todo comienza y ambos terminan la noche besándose desenfrenadamente en un sillón y casándose al poco tiempo.

Por último se puede decir que a Dowse le quedaron por desarrollar algunas líneas argumentales que quedan descolgadas y parecen agregadas sólo para sumar algo que no se sabía qué efecto traería ni para qué hacerlo. Por ejemplo, el hecho de que Chantry sea dibujante y que haya perdido a su madre: ese juego de animación con una mujer con alas revoloteando por ahí en algunas escenas (su madre muerta quizás) no parece tener relación con lo que se está contando y jamás se profundiza. Menos mal. Con dos amigos que se quieren besar pero no pueden sino hasta el final me alcanza y sobra.

Amena, rápida y fácilmente olvidable, ¿Solo amigos? es una película más y no hay que quejarse si eso no les gusta porque ya lo sabían cuando vieron el afiche en la puerta del cine y alguien a unos metros señalándolo dijo: “Mirá, ¿ese no es Harry Potter?”.

¿Solo amigos? (Canadá/Irlanda, 2013), de Michael Dowse, c/Daniel Radcliffe, Zoe Kazan, Megan Park, Adam Driver, Mackenzie Davies, 98′.

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