Se estrena por primera vez en la historia del cine argentino una película con el título El crítico. Tellez (Rafael Spregelburd) es crítico de cine de un diario importante, vive en una especie de cueva horrible y su vida es triste y deslucida. Es un neurótico importante, está solo y disgustado con el mundo que lo rodea. Además, su sobrina –la única persona “real” con la que parece tener verdadero contacto- lo gasta a más no poder, aunque lo admira y espera de él algún gesto de cariño. Solo el cine y la construcción ridícula de la vida – que se origina en su “sensibilidad”- parecen contenerlo. Sin embargo, hay algo que lo define por sobre todo lo demás: detesta las comedias románticas.
No tiene un mango y está en bolas completamente; un pretendido productor le ofrece guita por diez escenas para un guión. Tellez se hace el malo, el duro y termina aceptando el trabajo. Como no tiene ideas, termina escribiendo la crónica de lo que le sucede con Sofia (Dolores Fonzi), una cleptómana de rostro divino que conoce por casualidad. Ella tiene un acento ridículo que sirve solamente para justificar el único chiste que funciona en la película.
La opera prima de Hernán Guerschuny, que a su vez dirige la revista de reseñas cinematográficas Haciendo cine, nunca logra hacer pie a los largo de sus 98 minutos de duración. Mayúscula es mi decepción cuando encuentro que la película intenta apoyarse en una narrativa clásica, de género, que el personaje de Tellez reprueba tenazmente, con argumentos que atrasan 20 años, y el relato no llega nunca a contradecirlo. En este caso, ¿será que Tellez tiene razón?
Ahí nomás me pregunté si la finalidad era irónica, un paso de comedia, una idea envuelta en cierto cinismo. Desandar todo ese discurso a base de recursos que el género nos suministra para llegar a un final romántico.
Luego comencé a distinguir que para el director era más significativo filmar “lindo”, que invertir en la relación de los personajes. La película tampoco logra desarrollar personajes secundarios importantes, todos responden a un trazo fugaz y con sabor a poco: la sobrina, el director despechado y el crítico nerd, parecen tener mucho más que decir.
Es difícil descubrir por qué Tellez se enamora de Sofia, todo el tiempo sus pensamientos la tratan de tarada, con esa voz en off en francés que no le hace justicia a la cinematografía nacional y se convierte en un guiño snob que nunca se cuestiona. Tellez sufre del mal del cinéfilo: endiosa a Godard y cree firmemente que el mundo es solamente agraciado dentro de las películas, de ciertas películas, de las importantes, las que dominan el arte. Lo curioso no es que Tellez asuma esa posición ya caduca sobre el cine y la crítica, sino que lo haga la película. La mayoría de la gente que escribe sobre cine hoy tiene una idea más acabada de que es el mundo, pero los estereotipos de El crítico siguen desplegándose conforme a esas distinciones entre cultura alta y baja, películas serias y “de entretenimiento”. Que sigan arraigadas en cierto sentido común no significa que sea necesario validarlas.
Desde la mitad de la película en adelante, el vértigo del inminente final omite resoluciones, gestos, que deberían ser importantes en cualquier relato. Ahí es cuando decide saltear “el final feliz” e instalar un final abierto. Si Tellez escribiera sobre El crítico en su columna diría: “Deslucido intento de narrar la crónica de un mustio critico de cine, roto y sin dinero, en clave de comedia romántica. Un género que entregó, hace por lo menos cinco décadas, lo mejor de su producción. Pretenciosa y señalando casi cuadro a cuadro, un dominio del medio que evidentemente carece de cadencia en sus formas y sus contenidos. Olvidable opera prima”. Y habría que pensar que esta vez tiene razón.
El crítico (Argentina/Chile, 2013), de Hernán Guerschuny, c/Rafael Spregelburd, Dolorez Fonzi, Ignacio Rogers, Ana Katz, Daniel Cargieman, Marcelo Subiotto, Eduardo Iaccono, Telma Crisanti, 98’.
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Llegué acá cuando en TODAS LAS CRITICAS vi que le pusieron 1 punto. ¿Es una manera de llamar la atención para que entremos al sitio? Reconozco que conmigo lo lograron. Pero no puedo creer haber leído una crítica tan pobre y escrita con tanta mala onda. «Esa voz en off en francés que no le hace justicia a la cinematografía nacional»… ¿es un chiste? (además dice «esa de voz en off», redacten bien, por lo menos)
Javier, si hay un error en esa frase que se paso. Lamento que no coincidamos en la apreciación de la película. El espíritu del 1 no atraer lectores. Gracias. Saludos. Hernan.
Sos el protagonista!
Tiene razon,es muy snob.
Perfecto. Por mas que a Javier no le guste y tenga que agarrarse de un error de tipeo para defender su posicion, la critica refleja lo que realmente es la película alejada de los amiguismos y nacionalismos absurdos que tuve que leer y escuchar sobre este filme. Se nota cuando «cuidan» a una pelicula que no lo vale solo por cuestiones de amistad o «favores». Celebro la independencia de «Hacerse la critica».
La acabo de ver y me ha gustado bastante (quiza por Dolores Fonzi, que ayuda mucho…)
Una curiosa mezcla de cine-dentro de crítica de cine.
Horrible…aburrida…insípida…no desarrolla en profundidad ningún tema : ni el de la crítica de cine , ni el del amor , ni el del duelo …no sé cuál habrá sido la intención del director , no llego a darme cuenta…
Aburrida…insípida…no logro entender aún la intención del director…ningún tema se aborda dignamente : ni la crítica de cine, ni el amor, el duelo o la venganza…perdí el tiempo….
El crítico es una basura de película. El director es un inútil. Años de estar empapado en cine en su revista al divino botón. Por favor, hay que hacer semejante bazofia eh, increíble
me guisto..no se porque la mala onda..!!
Me gustó mucho, ví mucha ironía ( el pensamiento en francés del crítico, tan snob). Cómo espectadora, ví que el personaje de Victor, más que un amante del buen cine, era una persona amargada que se escudaba en su profesión para destilar la mediocridad que lo inundaba, y que una relación inesperada, hace renacer sentimientos en él, que tenía olvidados. Yo, la recomiendo a mis amigos
perdón pero me gusto la película, estaré en el escalafón de gusto cinematográfico en lo mas abajo.
dolores fonzi tiene algo de magnético, puedo verla muchas veces y me quedo quieto sin moverme asi como no demostrando interés en la chica, pero debo confesar que estoy enamorado de ella, quizás tantos capítulos de la rosa de Guadalupe dañaron mi cerebro.
saludos.