Desde hace 20 años la proyección de una nueva película de Woody Allen es el equivalente cinematográfico del encuentro a tomar el te y jugar a la canasta, sin que esto implique un menosprecio del te y del juego de la canasta, y Blue Jasmine lo confirma sin ser la excepción a la regla. Si me apuran un poco, no demasiado, soy capaz de afirmar que en esta película hay sólo un plano cinematográfico, si acaso. El resto es teatralidad y mala literatura, que no es la bruta o la despareja, sino la prolija, rutinaria, educada, perezosa, automática, vetusta. La cuestión de la pureza cinematográfica me importa más bien poco, especialmente en este contexto. Las más de las veces sólo es esgrimida como axioma por críticos devenidos mandarines, para afianzar su pose de jueces, sus roles de operadores políticos de la industria cultural.
El plano cinematográfico al que me referí es posiblemente el único en el que el fuera de campo dentro del cuadro transmite algo de sorpresa y frescura. Cate Blanchett desaparece momentáneamente detrás de una pared mientras su interlocutor la mira, pero nosotros no la vemos, y un par de segundos después vuelve cambiada. En realidad, tiene mucho de truco teatral y hasta circense, de sutil y breve prestidigitación, pero es como un pozo de agua en el desierto de planicie audiovisual que es la película. Blue Jasmine se parece a esas ficciones televisivas ‘serias’ que, por restricciones del medio y/o sobrevaloración del guión literario, no hacen otra cosa que organizar el plano en función de lo que un personaje tiene pare decir y nada más que eso. Me disculpo desde ya por lo que voy a proponerles, pero hagan el ejercicio de volver a ver Blue Jasmine y cerrar los ojos durante un par de minutos sin dormirse. Comprobarán que se entiende todo, que los textos son agotadoramente denotativos, y que no hay una sola imagen –con la excepción, quizás, de la que les propuse- que valga por sí misma.
Si Allen no hace aquí del director ciego de Hollywood Ending, es innegable que ha filmado –yo diría, ‘dictado’- una película para ciegos, para consumidores por inercia de ofertas culturales mucho más anquilosadas que las de los pochocleros. Los que la miren con los ojos abiertos -aunque es innecesario- no verán otra cosa que primeros planos insoportablemente centrados en función de los parlamentos y no de las caras o del pensamiento, planos americanos que no revelan contexto sino que registran espacios físicos ni siquiera demasiado compuestos por la dirección de arte, planos – contra planos que no construyen sentido ni transportan miradas sino palabras huecas, y un montaje que ni siquiera explota la dimensión psicológica del recuerdo o la apelación narrativa al pasado.
La haraganería de Allen es tan vergonzosa como su lógica de almacenero serial. Ni siquiera hace ya algo singular con la luz, y hay que decir que el comentario crítico que anda circulando sobre la pericia con que ha filmado a Cate Blanchett es la mentira de críticos a los que no se les ocurre otra cosa para defender la película en grandes diarios retrógrados leídos por consumidores de cine con masitas, o errores de juicio bestiales. Cate Blanchett puede ser hermosa, pero Woody Allen no, y esa es la primera razón por la cual una actriz como ella es afeada por un papel como este, en el que el personaje sigue siendo un avatar del neurótico encarnado tradicionalmente por el director. Además, es un personaje a la vez tan insultantemente pelotudo e hijo de puta, que el desagrado le gana a cualquier clase de admiración. La belleza, a lo sumo, es la de Cate Blanchett, no la de la puesta en escena, que hace todo, por comisión y omisión, para afearla, y lo consigue. La frutilla del postre es que la película clausura la dimensión ética más interesante, esa que involucra al personaje de Alec Baldwin y el rol que ocupa en la sociedad, para cerrar quitándole peso a ese personaje a través de la revelación final, reduciendo todo al retrato caracterológico de una mantenida –con papeles- de Nueva York.
Aquí pueden leer un texto de Luciano Alonso sobre la misma película.
Blue Jasmine (EUA, 2013), de Woody Allen, c/Cate Blanchett, Alec Baldwin, Sally Hawkins, Peter Sarsgaard, Bobby Cannavale, 98’.
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Estimado Marcos:
Aunque me tomó mi tiempo descubrir cómo hacer para dejar comentarios en este blog acá estoy, intentando refutar algunas consideraciones a propósito de tu crítica de BLUE JASMINE.
En principio, me parece muy interesante tu mirada sobre la película y, desde ya, no quiero convertirme en abogado defensor de un director que a veces me parece ocurrente y lúcido, pero no mucho más que eso. Lo que me molesta de tu crítica es que subestimás y, en cierta manera, agredís a quienes no pensamos igual que vos. Por ejemplo, cuando los (nos) tratás de «ciegos» y «consumidores por inercia de ofertas culturales mucho más anquilosadas que las de los pochocleros». Creo que también decís que los críticos son todos mentirosos y retrógrados (salvo vos, supongo).
Me pregunto qué tiene que ver tu valoración de la película con lo que otros han dicho o escrito. Y me pregunto, también, por qué cuesta tanto escribir una crítica cinematográfica sin creerse el dueño de la verdad.
No estoy de acuerdo con tus juicios tan terminantes respecto a que BLUE JASMINE parece teatro o que hay un solo plano singnificativo: creo que , ente otras cosas, tiene un guión aceitado y muchos momentos en los que los movimientos de los actores y de la cámara hacen del film una experiencia fluida, comunicativa, placentera. Tampoco me parece mal afear a Blanchett (¿por qué no?) ni veo a su personaje tan antipático como decís (hay espectadores que se conmueven con ella, sobre todo al final).
Comparando, por ejemplo, la belleza trágica y el misterio de BELLA ADDORMENTATA con esta suerte de fábula costumbrista de W.Allen, obviamente BLUE JASMINE parece superficial. Pero tal vez no todas las películas deban ser como espectáculos sacudidores en un anfiteatro y algunas pudan verse como cuando se participa en un juego de canasta.
Y ya que estamos, aprovecho a decírtelo: me pareció brillante tu crítica del film de Bellocchio.
Saludos.
Fernando
http://espaciocine.wordpress.com/
Sr. Vieytes, con esta crítica (sumada a la de Gravedad, mas alguna que otra de este blog y varias de su etapa en El Amante) me confirma que usted es uno de los críticos mas pedantes que eh leído y es capaz de escribir cualquier cosa con tal de figurar llevando la contra. Es una lastima que haya recaído sobre usted realizar la critica de este film, ya que tenía muchas ganas de saber lo que tenían para decir al respecto.
Lo vergonzoso aquí no es la supuesta haraganeria de Allen sino sus desacertados comentarios acerca de la película que de todos modos no le interesan a nadie
Estimado Sr. Vieytes: después del post de Fernando (http://espaciocine.wordpress.com/) sospecho que no queda mucho que agregar. Permítame, eso sí, discernir radicalmente acerca de su mirada torpe y mezquina: que a Ud., por caso, no le guste Woody Allen o esta o cualquier película en particular, no lo coloca a Ud. en una elite de la crítica y a los espectadores como unos tristes alienados pochocleros. No se confunda. El cine no es, en definitiva, más que otra forma de expresión artística, gusto, sensibilidad y carece de una mirada objetiva y única.
Estimados anónimos (a Fernando Varea le contesté por mensaje privado), la película no me gustó nada, me dio mucha bronca, y como considero que esa emoción es tanto humana como lícita, la expresé incluso a costa de quedar mal con todos aquellos a quienes les gustó la película y les disgustó, naturalmente, el tono de mi crítica. Les agradezco que, pese a ello, no solamente la hayan leído, sino también comentado. Al primer Anónimo le cuento que, además de colaborador, soy editor y, por lo tanto, responsable de todos los contenidos. Como no coincidí en la valoración positiva de la película que hizo Luciano Alonso, autor del primer texto que publiqué sobre Blue Jasmine, decidí publicar mi texto adverso. Al tercer Anónimo le comentó que en mi texto no considero que la alienación de los celebradores de Blue Jasmine sea de la clase pochoclera, sino de una inferior. Y justamente porque carezco de ‘una mirada objetiva y única’ decidí expresar mi disgusto hacia la película y a quienes exageran sus virtudes, en vez de disimularlo, como me hubiera convenido a juzgar por la gran cantidad de espectadores que la consideran brillante.
Bien, veamos, …»no hay un solo plano cinematografico»…, que es un plano de estas caracteristicas, sino lo es el primer plano, o el plano detalle, ¿cual? Enseñame. El fuera de campo se constituye como un recurso narrativo, ¿mas alla del cuadro?.
Vos decis….»no revelan contexto sino que registran espacios físicos ni siquiera demasiado compuestos por la dirección de arte, planos»….
Quisiera me expliques quien solicita a quien en cuanto lo referente a vestuario, locaciones, tipo de iluminación, posición de camara en el cine, yo hasta que te lei a vos pensaba que era el director, pero debo haber aprendido mal, ya que mis profesores siempre me parecieron buenos.
Tambien nombras a la faceta literaria de Woody Allen, ::::»El resto es teatralidad y mala literatura, que no es la bruta o la despareja, sino la prolija, rutinaria, educada, perezosa, automática, vetusta» me sorprendiste realmente al dar cuenta de tu profesion de FILOLOGO o SEMIOLOGO, yo lei por ahi que habia mucho de homenaje al clasico de Tennesse Williams, y algo a los clasicos griegos, tanto desde la historia como de la utilizacion de los espacios narrativos, pero no te preocupes los otros deben estar equivocados, siempre.
Yo te voy a seguir a vos.por ultimo pues no quiero caer en los fanatismos, por las dudas.
Digo, podría ser que tu postura tenga algo de SNOB, desde la etiologia del termino. Saludos, Tamara Erlich
Sorprendido al leer esta crítica, que por otra parte sos el único que la critica mal, por eso la leí, me llamó la atención, quizás quieras eso llamar la atención. Sin ánimo de controversia te digo que la disfruté mucho y creo que es uno de los estrenos mejores del año. Gracias que existe Woody Allen para creer en el cine todavía a pesar de algunos críticos. Me molesta que seas tan humillante al hablar de Woody y la película, ojalá nunca como el personaje de Blanche Dubuois tengas que decir la frase de Blanche al final de la obra: SIEMPRE DEPENDÍ DE LA BONDAD DE LOS EXTRAÑOS…..
Me veo en la necesidad de apoyar las malas críticas a la película, no sólo porque me parece mala, sino también por la diferencia espantosa que hay entre las críticas positivas y las negativas. Al margen de acordar con el resto sobre la ‘altura’ perdida por quien redactó, estoy bastante de acuerdo con todo lo dicho. Desde mi opinión, la película aburre: es lenta, es absolutamente explícita en cada escena (los espacios para reconstruir situaciones son escasos y carece de profundidad), la historia es patética y los personajes rozan lo bizarro. Lo único que vale la pena es el papel de Cate Blanchett, excelentemente interpretado. Por lo demás, es una película más.
Lei esta critica apenas la vi en todastuscriticas y me sorprendio el unico bajo puntaje entre varias docenas de elogios, sin embargo decidi no contestar, ya que el Sr. Vieytes recurre al vedettismo a la hora de redactar su critica. Obviamente necesitaba un golpe de efecto para publicitar este sitio, que rara vez tiene comentarios en sus entradas, me tome el trabajo de mirar la pagina y descubri que desde el estreno de Metegol casi nadie les comentaban ni les leian nada. Vieytes procediente de la ola elitista de «el Amante», conoce las repercusiones de atacar un film de Woody Allen mundialmente aclamado, basta recordar la forreada de elegir Match Point como la peor pelicula del año 2005. Con eso dicho no hay mas apreciaciones para hacer de este critico vedette y tira-bombas llamado Marcos Vieytes, el equivalente a Guido Suller de la critica local.
Blue Jasmine muestra una historia narrada a la perfeccion, tanto desde su buen montaje asi como tambien de su ritmo narrativo, no falta ni sobra ningun plano, cada secuencia suma capas a un personaje neurotico que hacia el final inevitablemente tocara fondo.
A la Señorita Maia, le digo que si lo unico que vale la pena es el papel de Cate Blanchet, lo que usted quiere decir es que vale la pena el 95% de la pelicula, ya que toda la historia la sostiene ella, que aparece en todos los fotogramas del film.
Para que Cate se luzca tiene que haber detras un guion que se lo permita, que situaciones que exploten al maximo los conflictos que plantea.
Sr. Vieytes me da lastima que tenga que denostar peliculas para generar comentarios. Por mi parte sepa que no lo voy a leer nunca mas.
Patricio
Si a ud. le parece que una actuación buena es sinónimo de buena película, entonces entiendo su juicio. Lo que yo quise decir es exactamente lo que dije. La actriz puede representar excelentemente cualquier papel si es buena actuando; eso no implica que su historia, guión, etc, sean igual de buenos. Piénselo. Saludos.
Estimado Patricio, estoy tentado a contestarle firmando como Guido Süller, a quien no admiro pero tampoco desprecio cómo usted lo hace al valerse de su nombre para rebajar a un interlocutor. También noto que tiene prejuicios hacia las vedettes. A mí me gustan mucho.
Al señor Daniel Loisi le pido disculpas si mi texto le hizo sentirse ‘humillado’, porque es una experiencia indeseable aunque no exenta de goce -admito que perverso- para cualquiera de las partes. Escribí el texto en un estado de emoción violenta y no me arrepiento de ello porque detesto el hábito de la moderación a ultranza, y estoy dispuesto a reparar sus efectos en la medida de mis posibilidades.
Tamara, la cita de la que parte tu respuesta a mi texto es un axioma tan insostenible que expone el tamaño de mi ignorancia o una actitud meramente provocativa, si no ambas cosas a la vez. La exposición de argumentos de tu parte indican que me tomaste en serio y estás dispuesta a probar lo primero, ya probado a todas luces por el absolutismo de mi prosa. En el momento de escribir ese texto di por sentado que «los otros deben estar equivocados siempre» y agradezco que te hayas decidido a seguirme.
Estoy de acuerdo totalmente con la crítica, muy mala película
Saludos
Tal parece que Woody Allen ha desaparecido no solo por haber sido abandonado por Mia Farrow sino por no haber encontrado su complemento en su arte como lo supieron ser Diane Keaton o la misma Farrow a lo largo muchos años donde supo tocar puntos culmines de creatividad e inspiración, todo le etapa junto a su hija y a la vez mujer (y no me refiero a los griegos sino a la vida de Allen) es un tanto errática y no es casual que durante lo que yo llamaría la Etapa Soon Yi se le haya ocurrido una genial idea llamada «Hollywood Ending», no muy genial en la practica por el resultado de la película, creo que la mas autoreferencial de todas sus películas, Blue Jasmine es las mas sobrevalorada de todas sus películas que parece hecha por cualquier director menos por Allen, no solo ha sido sobrevalorada la película sino el trabajo de su protagonista, la nueva Meryl Streep, estereotipada hasta decir basta, alcohólica, millonaria, y todo hecho con puro cliché sin repetir ni soplar, nada nuevo para Blanchett quien nos ha dado sobredosis de sobre actuación desde Elizabeth.
Lo mas interesante de Blue Jasmine es abstraerse y encontrar a Mia Farrow en ella, buscando venganza, no con hijos adoptados sino siendo ella misma adoptada, habiendo criado a hijos de otrso como suyos como lo supo hacer Allen con Soon Yi hasta transformarla en su mujer, ex hija, esa maraña de fallidos es Blue Jasmine, genial por un lado pero no hecha por un Allen consciente sino perdido es su maraña de fallidos y un tanto ciego como en Hollywood Ending, me encanto la cita de esta película porque otra vez quiero recalcar que es tan auto referencial en esta etapa de Allen que ojalá pueda superar, estoy seguro que si ya que a dos películas por años es mas de lo que cualquiera pueda pedir.