Es imprescindible revalorizar a Ber Ciani, gran tapado del cine clásico nacional. Si su segunda película, De la sierra al valle, es encantadora, y la última, Donde comienzan los pantanos, es fabulosa, El forastero exhibe de principio a fin tal deleite de filmar que sólo puede ser llamado erótico y feliz. Fue la primera que […]
