Atención: Se revelan detalles de la resolución del argumento.
Parecía que un adefesio como Operación Monumento era algo que podía darse una sola vez en la vida. Sin embargo, Bajo el mismo cielo desafía esos pronósticos. Otra vez un reparto lleno de estrellas actuales y nostálgicas (Bradley Cooper, Emma Stone, Rachel McAdams, Alec Baldwin, Bill Murray) en una película de género con notas de inocua corrección política. Y, como en la de George Clooney, acá tampoco funciona nada. Pero nada. La falta absoluta de ritmo y sentido del tiempo, de tensión dramática y de capacidad para crear climas nos inmuniza ante cualquier sentimiento o emoción. En cada escena se entiende lo que se supone que debemos sentir: acá debería reírme, acá enternecerme, acá sorprenderme, acá emocionarme, pero en ningún momento participamos de lo que sucede. La distancia que se genera entre las acciones y el espectador es tan grande que es como si en lugar de estar en el cine nos la estuvieran contando por whatsapp.
Lo mejor de la película es lo hermosa que está Rachel McAdams. Emma Stone también está linda, tiene gracia, recuerda a Meg Ryan por momentos. Bradley Cooper, contra la opinión de gran parte de esta redacción, me cae simpático, lamentablemente se le quedó un poco pegada la cara de tonto de El francotirador. Todas las acciones parecen forzadas, fuera de lugar, sin una motivación clara o que se imponga en el espectador. ¿Por qué el primer beso entre Stone y Cooper tiene la coreografía de un beso prohibido o contenido si nada se los impidió en ningún momento? ¿Por qué él está molesto con ella al principio? ¿Qué unía al personaje de Rachel con su marido (John Krasinski, de la serie The Office)? ¿Qué cambió para que vuelva? ¿A quién le importa?
Todo esto sucede en las islas de Hawaii, donde Bradley Cooper tiene unos amigos nativos independentistas de discurso combativo y anticolonialista. Él trabaja para Bill Murray (que está empezando a pasar vergüenza con estas apariciones especiales, se está transformando en su propia caricatura), un empresario multimillonario que pretende poner en órbita un satélite para el ejército. Alec Baldwin es el general representante del Estado en esa misión. Parece que Hollywood está con el tema de la tercerización del ejército (ver Mundo Jurásico) y los males que esto provoca. En este caso, lo que el empresario quiere hacer es enviar junto con el satélite unas bombas o misiles nucleares, algo que Bradley boicotea para dejar contenta a Emma Stone, aunque eso lo haga perder su trabajo. Afortunadamente las fuerzas armadas yanquis descubren las intenciones malsanas de este empresario y lo detienen, salvando nuevamente al mundo de la amenaza de las armas de destrucción masiva. Hasta ahí llega la audacia del planteo. Incluso podemos ver cómo los hawaianos independentistas que se quejaban de ser colonia siguen trabajando alegremente su tierra en el final. Así todo queda en su lugar: Rachel vuelve con su marido, Bradley se queda con Emma y el ejército con sus intenciones puras. Todo esto en escenas supuestamente emocionantes que emocionan menos que Marcelo Bonelli leyendo la guía y, según dicen, muy buena música.
Bajo el mismo cielo (Aloha, EUA, 2015), de Cameron Crowe, c/Bradley Cooper, Rachel McAdams, Emma Stone, Alec Baldwin, Bill Murray, 105′.
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