Wes Anderson es, sin dudas, uno de los pocos directores contemporáneos a los que la categoría de Autor le calza como anillo al dedo. También desde hace muchos años Anderson es un narrador visual deslumbrante que compone los planos explotando al máximo las posibilidades de cada uno de ellos. Su cine alcanza una poesía en la que el barroquismo y el virtuosismo casi nunca priman por sobre el corazón de sus historias dulces y melancólicas. Podríamos afirmar que Asteroid City sigue siendo una película clásica de Anderson.

Situada en una comunidad cerrada del interior de los Estados Unidos en el año 1955, la película se centra en el pequeño mundo de la familia y en la construcción de los lazos afectivos. Un padre viudo, una madre soltera que nos recuerda a Elizabeth Taylor en Un gato sobre el tejado caliente y un abuelo bon vivant son los personajes centrales. La historia es liviana y amorosa con ellos, y esa empatía es el rasgo de humanidad distintivo de su director. Algo de la textura y los colores flota en el ambiente, conteniendo a estas criaturas necesitadas de amor y ternura. Son Jason Schwartzman y Scarlett Johansson los que dotan de consistencia, armonía y humanidad a una película que en algunos momentos logra capturar una belleza y una mirada extrañada del mundo, no demasiado frecuente en el cine contemporáneo.

Sin embargo, la trama deriva en una cruza de relatos que en vez de agregarle densidad a la película la ralentizan y entorpecen su fluir dramático. El formato de cajas chinas es quizás lo menos interesante de la película y por momentos pareciera que el director de Los excéntricos Tenembaun canchereara con el recurso de la complejidad narrativa. De hecho, los diferentes niveles que componen la trama terminan acumulando digresiones que atentan contra la historia y Anderson no parece demasiado convencido de concentrarse en la indagación de esos lazos amorosos y agrega subtramas vinculadas a la carrera nuclear y la vida extraterrestre que terminan cobrando un innecesario protagonismo.

En La crónica francesa, su anterior película, ya podíamos visualizar algunos signos que denotaban el exceso de artificio. Las virtudes técnicas que transformaron a Wes Anderson en un artista exquisito de la puesta en escena terminan por resentir sus capacidades como narrador. Es claro que siempre le ha gustado hacerse notar en sus ficciones, desde la utilización de la música, el detallismo en la puesta en escena, hasta el trabajo con los actores. Todo nos da a entender que detrás de cámara está su presencia. El relato coral es también, a esta altura, una marca en sí misma. Pese a ello, la constelación de estrellas que recubren el cine de Anderson hacen que el centro de las historias se extravíe, habilitando muchas líneas de fuga por demás innecesarias. En Asteroid City, a diferencia de La crónica francesa, al salir de la lógica episódica la trama es más potente. La película es, en suma, una historia sobre padres e hijos sumergidos en un pueblo desolado y fantasmagórico que será el lugar de encuentro en el que estos intenten rehacer sus vidas. Los adultos llegan al lugar acompañando a sus hijos que vienen a participar de un campeonato de ciencias y todo lo que sucede en ese universo -del cual la película decide entrar y salir intempestivamente- podría haber sido una gran historia si Anderson se decidiera a profundizar en el interior de sus criaturas. Su tendencia al exceso reduce a anécdotas risueñas y menores una serie de situaciones que tenían un potencial dramático y narrativo mucho más vasto. En el momento en el que uno empieza a encariñarse con los personajes, el relato se debilita y prioriza el juego de la historia dentro de la historia. Y si bien se mantiene ese humor absurdo mezclado con la melancolía y cierta indolencia, el diseñador le gana la pulseada al director y pasa a ser más importante toda la anécdota científica por sobre la comedia humana.

Es quizás cuando el amor al cine logra mostrarnos la soledad de la pareja protagónica, o la mirada inocente y llena de dulzura de esos adolescentes jugando a ser genios, que la película se transforma en un viaje virtuoso. Cuando esas niñas huérfanas piensan dónde y cómo enterrar a su madre frente a la mirada de su abuelo, Anderson nos recuerda el poder abrasivo de su cine. En cambio, cuando el director se concentra en la simetría del plano o en el chiche zonzo delas cajas chinas del relato, nos queda una sensación de tristeza al estar observando lo que podría haber sido una gran película.

Asteroid City (Estados Unidos, 2023). Dirección: Wes Anderson. Guion: Wes Anderson, Roman Coppola. Fotografía: Robert Yeoman. Musica: Alexandre Desplat. Edición: Barney Pilling. Elenco: Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Bryan Cranston, Edward Norton, Jake Ryan, Jeffrey Wright, Tilda Swinton, Matt Dillon, Steve Carrell. Duración 108 minutos.

Si te gustó esta nota podés invitarnos un cafecito por acá: