Después del exitoso estreno de Ligeramente embarazada que terminó de consagrar a su elenco, durante 2007 empezó a circular por YouTube el tráiler de Jay and Seth Vs the Apocalypse en el que se oía la banda sonora de Toy Story en un entorno postapocalíptico. La película apócrifa, pensada como corto de diez minutos para estreno on-line, contaba la historia de dos amigos (Seth Rogen y Jay Baruchel) obligados a convivir en la casa de uno de ellos una vez que se desataba el fin del mundo. Columbia Pictures vio esto y no dejó pasar la oportunidad. La productora compró los derechos, les prohibió estrenar el corto filmado y financió una película de larga duración. Así fue como Este es el fin se convirtió en la primera película del dúo Seth Rogen/Evan Goldberg como directores, entregando como resultado una maravillosa opera prima.
Este es el fin es la deconstrucción del mainstream desde el mainstream mismo. Es una crítica voraz donde se ponen a prueba todos los convencionalismos sobre el mundo del espectáculo y sus periferias. La película se ríe del espectador y con él a la vez. Está hecha con la conciencia de que hay que reírse de todo en el mundo, porque para eso está. Se ríe de los prejuicios, de la realidad, de sí misma. Se ríe de la religión, del sistema y, sobre todas las cosas, de la humanidad.
Empieza con Seth Rogen frente a la cámara en un aeropuerto vestido casual. Alguien que pasa le dice: “¡Eh! Seth Rogen ¿cómo va? Sos gracioso, che”, develando que el personaje que el actor representa es el actor mismo y rompiendo con la convención de la diégesis como universo cerrado y paralelo a lo real. Desde ese punto, la película ya comienza a descolocar al espectador, preparándolo para el desmadre descomunal que se está por venir.
Seth fue al aeropuerto a buscar a su amigo Jay (Baruchel) que acaba de llegar de Canadá, tierra nativa de ambos (tanto en la realidad como en la ficción). Se lo lleva a su casa y después de un divertido montaje cannábico musicalizado por los Backstreet Boys le informa que esa noche hay una fiesta en casa de James Franco, que acaba de adquirir una nueva mansión en las colinas hollywoodenses. Jay no quiere mucho a los nuevos amigos de Seth, las “estrellitas” de Hollywood, los “vendidos”, pero de todas formas les va a volver a dar una chance.
La llegada a la casa de James Franco luego de que Seth Rogen confiese la atracción que siente por Channing Tatum se vuelve una delicia de referencias tanto visuales (los actores o músicos en sí) como verbales. Así veremos un adorable y esperado reencuentro del trío de Superbad, a Jason Segel auto-parodiando a su personaje de How I Met Your Mother, y a toda la congregación, con Rihanna y Craig Robinson a la cabeza, haciendo un número musical para ellos mismos como una balada lúdica al egocentrismo. En medio de esa fiesta llena de celebridades y más cannabis comenzara el apocalipsis. Jay y Seth se van de casa de James para ir a comprar un paquete de cigarrillos justo cuando el arrebatamiento bíblico comienza. Los puros son enviados al paraíso y los pecadores deben quedarse en la tierra devenida infierno, salvo que encuentren alguna chance de redención.
Luego de vivir el comienzo del apocalipsis (muerte, sangre, accidentes automovilísticos y escombros incluidos), Jay y Seth llegan agitados a la fiesta de Franco donde nada parece haber sucedido. Y claro, si las estrellas de Hollywood son todas pecadoras. Son ególatras y falsos altruistas. Son los parásitos de un sistema que, por alguna razón azarosa, decidió que su trabajo debía valer más que el de cualquier servidor público o médico, parásitos bien alimentados y los últimos en enterarse de que empezó el apocalipsis.
Este es el fin se vuelve una película de supervivencia, con un grupo de amigos luchando contra un mundo que luego de haberles regalado una vida cómoda, les es hostil por primera vez. Una lucha contra su propia estupidez y vanidad. La película se vale de recursos (y citas varias) del cine de terror para generar ambientes oscuros donde la comedia nunca desentona. Un desfile lúdico de autorreferencias y parodias, y una lectura literal (y también paródico-absurda) del apocalipsis bíblico hacen de Este es el fin una película única. Una última carcajada frente a un mundo que se viene abajo. Después de todo, el cielo siempre fue pop.
Aquí pueden leer un texto de Martín Fernández Cruz y otro de Marcos Vieytes sobre esta película.
Este es el fin (This is the End, EUA, 2013) de Seth Rogen y Evan Goldberg, con Seth Rogen, James Franco, Jay Baruchel, Jonah Hill, Craig Robinson, Danny McBride, Emma Watson, Michael Cera, 106’.
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