en_el_corazon_del_mar_45271En el corazón el mar reconstruye un hecho histórico que tiene su génesis en la isla de Nantucket, el mismo que le sirvió de base a Herman Melville para la escritura de su más grande novela, ese clásico de la literatura de todos los tiempos titulado Moby Dick (1851). La película de Ron Howard (Apollo 13, Una mente brillante, El código Da Vinci), entonces, no es una nueva adaptación cinematográfica del libro de Melville, sino que en realidad viene a echar luz sobre lo que efectivamente ocurrió en aquella epopeya marítima que tiene como protagonistas al capitán Ahab  y a una ballena blanca fabulosa e inabarcable, tan rencorosa y vengativa como el mismo capitán. Por esta misma razón es posible que los nombres de los personajes principales se nos antojen extraños. Owen Chase, Tom Nickerson y George Pollard reemplazan a Queequeg, Ishmael y Ahab, y el mítico Pequod pasa a llamarse Essex.

En el corazón del mar comienza cuando el aún joven Herman Melville (Ben Wishaw) llega a la isla de Nantucket, ubicada en las costas Massachusetts, para entrevistar a Tom Nickerson (Brendan Gleeson) con la esperanza de que este le relate las peripecias vividas por los tripulantes del Essex, incluida la legendaria batalla contra el temible cachalote y su consiguiente naufragio. Nickerson, que un principio se niega a contar lo ocurrido treinta años atrás a causa del dolor y el remordimiento que esos recuerdos le traen, finalmente cede ante los ruegos de su mujer y acepta, dinero por medio, el trato propuesto por Melville. Tom es el único sobreviviente de aquella peligrosa y mortal aventura, por lo que sólo él puede ayudar a Melville a escribir su novela marítima épica. Por ende, toda la estructura de la película está basada en un enorme raconto relatado por Nickerson, que se devela como un gran narrador con una doble misión: develar la historia de su periplo al escritor y, de paso, relatar la película al espectador, recurso básico de la narración tradicional. En el corazón del mar es en ese sentido una operación metanarrativa, un cuento dentro de otro cuento, una fábula contada por el abuelo exagerado que asegura haberla vivido.

Ron Howard, experimentado director de tanques pochocleros y aventuras espectaculares –en el sentido más literal de la palabra, el espectáculo por el solo hecho de impresionar visualmente-, hace uso de los recursos del cine más clásico para contar una historia también clásica, correctamente narrada, estética y visualmente estimulante, pero con un defecto que parece ser una marca de fábrica de estas producciones: la carencia de alma, la ausencia de espíritu, la mano del autor que nunca se hace presente. La solemnidad que el director le imprime a toda la película tiñe cada plano, cada secuencia y cada interpretación, de manera tal que deja de lado la aventura y la emoción en pos de un melodrama que por momentos se torna superficial en exceso.

frases-pelicula-in-the-heart-of-the-sea-2El verdadero protagonista de la película es Owen Chase (Chris Hemsworth), un comandante testarudo y malhumorado, pero con gran experiencia en alta mar y un arrojo supremo a la hora de salir a la caza de los animales más grandes del mundo armado con un arpón y contando tan solo con su fuerza y destreza física para derrotar al gigante marino. Chase es quien finalmente se obsesionará con la ballena blanca, contagiando su locura al Capitán George Pollard (Benjamin Walker), otrora antagonista dentro del navío, y llevando a toda la tripulación más allá de aguas conocidas a la caza de un mito. Las escenas más intensas, por su artificialidad y rigidez, carecen del dramatismo necesario para contar una odisea marítima que incluye un naufragio, una ballena tan inmensa como violenta, y hasta canibalismo. La prolijidad y la mesura se devoran a la parte lúdica, y son la aventura y el divertimento quienes pierden bajo el peso de la solemnidad. En el corazón del mar entretiene pero no emociona, es correcta pero no profundiza.

Para colmo de males, Brendan Gleeson está tristemente desaprovechado en el papel de un amargado Tom Nickerson, aportando tan solo la introducción a las diferentes secuencias protagonizadas por el aolescente Nickersone (Tom Holland), verdadero narrador de la película. Gleeson, un colosal actor que sabe de manera empírica cómo interpretar grandes personajes, sólo se queja, habla y continúa quejándose.

Nathaniel Hawthorne, uno de los grandes escritores norteamericanos, dijo alguna vez que Moby Dick era “una epopeya digna de Homero. Será la epopeya de Estados Unidos”. Nadie duda del título de clásico que supo ganarse el libro de Melville. A pesar de retratar la gesta de los verdaderos protagonistas de Moby Dick En el corazón del mar está lejos de ser un clásico.

En el corazón del mar (EE.UU.,2015), de Ron Howard, c/ Brendan Gleeson, Chris Hemsworth, Tom Holland, Ben Wishaw, Benjamin Walker, 122’.

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