Jackass_Presents_Bad_GrandpaLo hicieron de nuevo y nunca me va a dejar de sorprender. La habilidad de estos muchachos para reinventarse es notable y esta vez optaron por un método de registro (devenido recurso narrativo) que roza lo experimental. Sí, estoy hablando de “esos boludos” de Jackass que vienen demostrando que no son ningunos boludos. Esta vez la película se llama Bad Grandpa y está protagonizada por Johnny Knoxville disfrazado de abuelo, que ya venía figurando desde las primeras apariciones del grupo cómico en televisión, y es una ficción… o algo así.

En lugar de ponerse de luto ante la noticia de que su esposa acaba de fallecer, el anciano Irving Zisman comienza a bailar y resuelve que como por primera vez en su vida es verdaderamente libre (se asume que su cualidad de clásico reaccionario no le permitió enfrentar sus problemas maritales), va a vivir la vida al máximo. Pero toda esa pequeña utopía personal se hace añicos cuando la hija de Irving cae presa y Billy (Jackson Nicoll, un pendejo con un timing cómico brillante y una autoconsciencia que sorprende) queda a cargo del anciano. El viejo está desesperado. Acaba de perder la libertad que tan recientemente había ganado, por lo que decide llevar al niño con su padre, un cuarentón drogadicto y desempleado que vive en la otra punta del país y sólo quiere al chico para que el gobierno le tire unos pesos. Entonces, abuelo y nieto emprenderán el largo viaje en auto…

La trama es simplemente una excusa. Bad Grandpa está inteligentemente construida al rededor de varios sketchsconceptuales con el niño o el abuelo (o ambos) como protagonistas, cada uno de ellos filmado comos si fuese un programa de cámaras ocultas al mejor estilo Jackass; y a estos se le intercalan conversaciones guionadas entre el dúo para generar coherencia y cohesión. El resultado es único. A cada sketch, además del propio gag que es casi siempre efectivo y original, se le suma el factor de que hay víctimas de la representación directa. Víctimas de lo inesperado. Cada reacción de los “civiles” que aparecen a lo largo de la película es única e irrepetible. Son imágenes documentales dentro de la ficción que contrastan con las actuaciones claramente calculadas de Knoxville y el pibe. Son reacciones inesperadas, inusuales e instintivas que, además de dar una cuota de frescura (y sobre todo de extrañamiento), pasan a develar lo artificioso del guión cinematográfico al ser tan naturales.

johnny-knoxville-punks-real-people-as-bad-grandpa-in-new-jackass-feature-filmA pesar de que la película tome el formato clásico y previsible de las buddy movies (y también de las road movies), con la pareja despareja que sabemos que en algún punto va a empezar a quererse y  probablemente terminen juntos, Bad Grandpa nunca pierde su efectividad. De nuevo, la trama es una mera base conceptual para desarrollar este proyecto delirante que, aunque llegó tarde, debería figurar entre los estrenos más imporantes del 2013.

Bad Grandpa desdibuja los límites entre el documental y la ficción y se ríe de ello en el proceso. Es un happening perpetuado para todos sus protagonistas involuntarios. Es la vida como sketch en un mundo donde los sistemas de representación se volvieron la vida.

 El abuelo sinvergüenza (Jackass Presents: Bad Grandpa, EUA, 2013) de Jeff Tremaine, con Johnny Knoxville, Jackson Nicoll, Greg Harris, Georgina Cates, Spike Jonze, Catherine Keener, Jack Polick, 91′.

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