escape-from-tomorrow-poster1Por Santiago Martínez Cartier.

Hacer películas de alta calidad técnica cada vez es más sencillo, la oferta cada vez es más grande y las posibilidades y libertades artísticas se vuelven cuasi infinitas. El cine independiente se esparce como un virus infeccioso y cada vez resulta más difícil separar la paja del trigo, pero el truco consiste en mantener los ojos abiertos, la mente despierta y, por sobre todas las cosas, la mirada curiosa. Uno de los géneros donde este nuevo auge, en su gran mayoría virtual, está produciendo exponentes más jugosos es el terror. Películas para estreno exclusivamente virtual –o como mucho lanzadas directo a video- que circulan por la web, se vuelven de culto y adquieren su propio mercado. Esta película es uno de los ejemplos recientemente rescatados de ese caos virtual.

Filmada (de contrabando) en  los parques temáticos de Disney (Orlando), esta película narra los últimos días de vacaciones de un hombre de familia en el popular parque de diversiones, con la particularidad de que el hombre de familia en cuestión irá sufriendo varios delirios y obsesiones un tanto aleatorias (y algo perturbadoras) a lo largo del día. La película está basada en una serie de mitos urbanos que se crearon alrededor de Disney World, popularizados hasta el hartazgo en foros online, que van desde apariciones sobrenaturales hasta redes secretas de prostitución con las mujeres vestidas de princesas que recorren los parques como damas de compañía de turno. 

El problema de la película es justamente la ambición desmesurada del director de abarcar la mayor cantidad de mitos posibles, en un pastiche impreciso de dudosa y endeble estructura narrativa. A pesar de esto, la película posee un par de secuencias encantadoras, como el paseo devenido pesadilla en la infame atracción It’s a Small World o una situación con aires de sci-fi setentoso que tiene lugar dentro de la bola de Epcot, que la vuelven disfrutable y paródica. Filmada en blanco y negro para evitar que los disonantes colores de la realidad corrompan aún más la ya fallida estética, Escape From Tomorrow es una comedia (a veces parecería autoconsciente) que termina presa de sus propias deficiencias técnicas. La sensibilidad trash que llevamos dentro disfruta su originalidad airosa y deforme.

Escape From Tomorrow (EUA, 2013), de Randy Moore, c/Roy Abramsohn, Elena Schuber, Katelynn Rodriguez,  90′.

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